Música y problemas auditivos: ¿son incompatibles? testimonio real

Publicado el 30 abril 2019 por Vane Balón @distritouve
Texto: Vane BalónFoto entrevistada: Jessica Cobas DíazHace tiempo que quería tratar el tema de la música y los problemas auditivos. Me rondaban por la cabeza una serie de dudas importantes que por fin he podido aclarar gracias al planteamiento de este post.Y es que participa una persona muy especial para mí: se trata de Jessica Cobas, una seguidora del Blog de DISTRITO UVE desde hace años que vive en Ourense y que cuenta con una dificultad auditiva.Cuando le propuse formar parte activa del Blog, aportando su perspectiva tan personal y directa con el tema, no dudó ni un segundo. El resultado es una entrevista muy intensa y valiosa por el contenido, en la que responde abordando cuestiones concretas que son dudas muy comunes por la comunidad oyente.¿CÓMO SURGIÓ ESTA IDEA DE PLANTEAR ARTÍCULO SOBRE MÚSICA Y PROBLEMAS AUDITIVOS?Voy a contarte cómo nació en mí esta posibilidad temática. Resulta que un día me comentó Jessica por privado -hace de esto ya bastante tiempo- que gracias a las descripciones que yo aportaba aquí en listados Imprescindiscos estaba descubriendo muchos grupos.Se abrió a contarme que tenía problemas auditivos y que yo le servía de herramienta para entender qué hacían algunos grupos de música, y como no podía escuchar lo que hacían se valía de mis descripciones.Me quedé tan sorprendida y emocionada a la vez que decidí crear un artículo abordando el tema, porque es cierto que tenía interiorizada la errónea idea de que quien no podía escuchar no podía consumir música y ella dio un vuelco a mi estúpida e ignorante creencia. QUÉ PODEMOS HACER PARA APOYAR A LA COMUNIDAD SORDAPor mi parte quiero aportar información que sirva para concienciarnos, y eliminar barreras mentales o ideas preconcebidas que muchas veces nos "autoimponemos" o adquirimos sobre este tema.En el caso concreto de la sordera conocía que sentían vibraciones respecto al sonido, incluso hace años aprendí el alfabeto y algunas palabras en L.S.E. (Lengua de Signos Española) dentro del Ciclo Superior de Integración Social del que dispongo titulación y que cursé entre 2002 y 2004. También sabía que gritar no era -ni es- la solución, aunque no sé la razón pero es cierto que si hay alguien que oye menos la tendencia es a gritar, cuando en verdad esto lo único que hace es dificultar la lectura labial.Y ahora que he tenido la oportunidad de profundizar más en el tema de la música y dificultades auditivas he sacado valiosas conclusiones a partir de la entrevista de Jessica, que seguro nos van a ayudar muchísimo para trabajar la empatía y modificar ideas erróneas que podamos tener. Te invito a leer, no perder detalle y compartir en redes sociales.ENTREVISTA A JESSICA COBAS DÍAZ, APORTANDO SU EXPERIENCIA PERSONAL: 1- Cuenta cuál es tu caso: qué grado de audición tienes y cuándo te lo detectaron.A mí me lo explicaron “muy de andar por casa” y si te parece, así haré yo. Me disculpo por ello de antemano ante quienes sepan de la materia, pero para mí la teoría sobre ello nunca fue lo más importante, no cambia en nada mi realidad. Siempre se me ha hablado de porcentajes, no de dB (decibelios). Era más sencillo y se volvió cómodo. Además, decir que cuando hablo de oír me refiero a la comprensión, no solo al ruido en sí.He nacido ya con menos audición, sobre todo en el oído izquierdo que nunca consiguió una audición mayor al 50%. El derecho nunca llegó tampoco a una audición del 100% pero sí superaba el 65% En torno a los 2 años se me detectó. No había grandes problemas hasta la adolescencia, momento en el cual se me colocaron sendos audífonos, que no fueron sencillos de llevar, no solo por el incremento de sonidos que entraban en mi vida (siempre cuento una anécdota: sabía de la existencia de un sonido cuando las puertas necesitan ser engrasadas pero no lo conocía. Me asustó la primera vez que lo oí) sino también porque necesitaba que no se supiese que los llevaba. Me había esforzado siempre en ocultarlo y esos enormes aparatos no lo facilitaban. Es verdad que había un gran cambio, pero era difícil encajarlo. Nunca llegué a conseguirlo, la verdad. Me sobresaltaba a menudo y apagaba todo constantemente. A día de hoy no puedo usarlos, pero tampoco los echo de menos.Conforme pasaron los años, la audición descendió considerablemente y, a día de hoy, soy sorda pero no total (desmontando un tópico: No todos los sordos lo son de modo profundo. Ni todos pueden usar audífonos o implantes cocleares. Y, aún pudiendo, no todos, tampoco, logran adaptarse a ello. No es nada sencillo). Mi oído izquierdo no oye y el derecho oscila, pero no llega, ahora mismo, al 50%. El nivel de comprensión es variable, también. No sé qué tan “catastrófico” pueda sonar pero, diré que mi lectura gestual y labial es realmente buena y me defiendo perfectamente. Con mayor o menor dificultad y esfuerzo vas salvando las situaciones del día a día. Es en las distancias cortas cuando notas mis dificultades. No siempre comprendo el mensaje, se malinterpretan muchísimas cosas pero el que se acompañe de gestos y una buena vocalización es la clave (no se grita, no sirve de nada. Dificulta la vocalización y no ayuda a la percepción, la empeora).***2- ¿Cómo sientes la música en base a tu situación?Contrario a lo que se pueda pensar, que se piensa con frecuencia, estoy todo el día escuchando música y con los auriculares en las dos orejas. En uno de ellos puedo oír los sonidos más graves sin dificultad. El resto, depende.Por otro lado, el tener conocimientos musicales hace que sea capaz, cuando busco la letra, de poder seguirla. También es verdad que siento la vibración a través de auriculares y como en el coche tengo un buen paquete de sonido instalado, en los pies también.***3- ¿Es posible acudir a conciertos con dificultades de audición o siendo completamente sorda/o?Por supuestísimo. Y disfrutarlos una barbaridad, como cualquier oyente. Yo lo hago, siempre que es posible. Reconozco que tengo curiosidad hacia los macrofestivales pero no la he satisfecho, aún. Durante los últimos años me asustó la masificación de gente y a día de hoy, que eso está superado, acabará por suceder, ¡Seguro!***4- ¿Qué es lo que sientes en un directo? (¿vibraciones en los pies, por ejemplo?, desconozco completamente esa parte, y será fantástico que lo describas a tu manera).Este tema lo he tocado alguna vez con amigos y me resulta curioso, la verdad. Las personas sordas suelen buscar la zona más próxima a los altavoces, con cierta visibilidad, para poder hablar entre sí, y necesitas un mínimo de luz. Yo estoy aprendiendo LSE y el 99% de mis amigos es oyente no conocedor de la Lengua de Signos, entonces, cuando me he visto en un concierto, me he centrado en el concierto: siento, como tú misma adelantas, a través vibraciones en el suelo pero, además, soy muy visual. Observo a los músicos, no solos sus reacciones sino también su interacción con los instrumentos. Sus gestos les delatan. Ahí es cuando sentir cierta conexión con el músico es inevitable. No sé si consigo explicarme.