Muskilda, el santuario románico de Irati

Publicado el 12 noviembre 2015 por Santimb @SantiMBPhotos

Cuando vas de vacaciones a un sitio para conocerlo profundamente, aunque todos los recorridos que quieres hacer los tengas previstos y programados, conviene acercarse antes a la Oficina de Turismo porque ellos son los que mejor conocen el lugar y quienes mejores consejos te van a dar en función de tus intereses. Es lo que me sucedió cuando estuve en Ochagavía (ver mi recorrido por el bosque de Zabaleta). El primer día acudí a la Oficina de Turismo de Ochagavía, expliqué que iba a estar por allí una semana y que me interesaba conocer la Selva de Irati y su entorno, y prácticamente me cambiaron la mayoría de ideas que tenía. Entre otras cosas me propusieron un recorrido sencillo que partía de allí mismo de Ochagavía, y decidí que ése sería el primero que haría.

El recorrido en cuestión es circular, de poco más de 7km reales (ya sabemos que los recorridos de los fotógrafos son algo más largos de lo indicado) y con muy poco desnivel, apto para toda la familia, aunque no para cochecito de niño. Parte del recorrido es por el antiguo sendero de Irati y otra parte, ya de vuelta, por el Via Crucis de Muskilda, que es un fragmento del famoso sendero GR-11.

Empezamos justo detrás de la iglesia de Ochagavía y subimos una calle empedrada que nos lleva al límite del pueblo.

Al final de la cuesta llegamos a un punto del que parten dos caminos, uno a la derecha que corresponde al Via Crucis de Muskilda ( GR-11, señales blancas y rojas), y otro a la izquierda que es el sendero SL-NA 65 (señales blancas y verdes), el antiguo sendero a Irati. Podemos tomar cualquiera de los dos, ya que es el punto de inicio y de final, pero mejor empezar por el de la izquierda ya que hay menos cuesta por ese lado.

El sendero asciende en suave cuesta, con el valle del río Zatoya a la izquierda y la falda del Muskilda a la derecha, a ratos entre una espesa vegetación y a ratos por trozos más claros.

En una de estas zonas más despejadas de vegetación nos detenemos un momento y miramos hacia nuestra izquierda para contemplar los colores del otoño en su esplendor. Cabe decir que estuvo toda la noche lloviendo y el cielo no acaba de abrirse.

La humedad acumulada por las hojas y la lluvia caídas en el suelo ayuda a proliferar diminutas setas que tienes que agacharte para poder verlas.

A lo largo del camino también vamos encontrando algunos paneles que nos informan de las diferentes especies de árboles que nos vamos cruzando. Llegamos a una bifurcación y tomamos el camino que sigue recto, el de la derecha. Enseguida el suelo se cubre de rojo y los árboles de amarillo. El bosque ha cambiado.

Miramos hacia atrás para ver el cambio de color de verde a amarillo.

La vegetación de ambas orillas del sendero tiene a unirse y nosotros nos sentimos arropados por los colores del otoño.

Hace muy poco que ha llovido en este sector del bosque.

Líneas y colores en una parte más densa del bosque formada por árboles jóvenes.

La altísima humedad del suelo crea un espeso tapiz a base de hojas y musgo.

Pasamos otra bifurcación en la que tomamos el camino de la derecha, y a los pocos metros nos encontramos en un lugar singular, con un haya de tronco colosal y formas grotescas, "el Haya de los 17 brazos", y a sus pies la Fuente de Muskilda.

Ahora el sendero se estrecha y va avanzado en suave cuesta, hasta que se acaba el bosque y nos cruzamos con la GR-11 en unos pastos con una vista espectacular. Estamos en la borda Xubri.

Borda es como se llama en el Pirineo a las construcciones que se utilizan para guardar al ganado o almacenar la comida para los animales. Se utiliza la misma palabra tanto en Navarra como el resto del País Vasco, Aragón, Catalunya, Andorra y Francia. Las vistas tanto a izquierda como a derecha de la borda Xubri son estupendas, y el otoño se muestra en todo su esplendor.

El GR-11 es un sendero que recorre todo el Pirineo desde el Cantábrico hasta el Mediterráneo. Este trozo corresponde a la Etapa 6.

Nos acercamos a la borda. Al fondo las nubes amenazan lluvia, ahora más en serio, y empiezan a caer las primeras gotas.

Ahora que ya hemos disfrutado con las vistas, y como no nos queremos mojar, empezamos a caminar por el GR-11 en dirección al santuario de Muskilda. El camino asciende suavemente.

Tras cruzar una carretera asfaltada (la que sube a Muskilda), el GR-11 continúa al otro lado convertido en sendero en lugar de pista.

A pocos metros del santuario el sendero acaba en la misma carretera de acceso, y más allá vemos el santuario, con su ermita construida el siglo XII en la cima del Muskilda, a 1.025 metros de altitud. Es característica la torre de base cuadrada con el tejado cónico de tablillas de madera. Antes de la entrada hay unas mesas y bancos de piedra donde poder comer.

El camino continúa a través del santuario, pero hay que tener en cuenta que tiene unos horarios ( consultar aquí) y no siempre está abierta la verja. En el caso de estar cerrado, el camino continúa rodeando el santuario por la derecha, antes de las mesas y bancos de piedra. Está señalizado.

El recinto está formado por la ermita, la casa del ermitaño y la vieja hospedería, bajo la cual pasa el GR-11. A uno de los lados venden artesanía de la zona, especialmente arcones tallados en madera de nogal a precios con tres ceros. A ambos lados del recinto se tienen unas vistas fantásticas de la zona. Hay que recordar que estamos en el punto más alto de los alrededores de Ochagavía. Mi favorito es el que hay al rodear la ermita por la derecha.

Emprendemos ya el camino de regreso a Ochagavía siguiendo el GR-11 y " deshaciendo " el Via Crucis, pasando por debajo de la hospedería, que dejamos atrás.

A lo largo del camino nos iremos encontrando con varias cruces antiguas, 15 en total.

En pocos metros, cuanto aún vemos la hospedería a nuestras espaldas, encontramos el Pilar de la Virgen, construido en 1654, en el interior del cual dicen que está el tronco de roble sobre el que se apareció la Virgen al pastor según la leyenda.

Sin duda es mejor hacer este camino de bajada que de subida, aunque lógicamente los fieles suben por aquí en la romería.

Gran parte del camino está empredado, cosa que con la lluvia hace que tengamos que tomar precauciones para no resbalar, y más si vas con una mano ocupada con la cámara.

En el último tramo el camino zigzaguea contínuamente para poder salvar mejor el desnivel. Uno de esos giros nos regala una bonita vista de Ochagavía.

Unos pocos pasos más y llegamos al punto final y de inicio de la ruta, en lo alto de la cuesta empedrada de detrás de la iglesia.

Espero que toda esta explicación y las imágenes te animen a hacer este recorrido, que la verdad es que a mí me encantó. Puedes ver y descargar aquí mi track GPS de Wikiloc, y puedes ver aquí mi álbum de esta excursión en Flickr, que son estas fotos que te he mostrado y alguna más. Y para otra vez ya sabes, déjate aconsejar por la Oficina de Turismo.

Cómo llegar