La Fiscalía de Valencia ha abierto una investigación por un posible “delito de odio” contra el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith por haber afirmado en un mitin que “el enemigo común de Europa es la invasión islamista”.
La Fiscalía aceptará o rechazará la denuncia presentada por “Musulmanes contra la Islamofobia” (MCI),
Ortega no habló de “invasión musulmana” o “del islam” o “islámica”, sino “islamista”, término definitorio del islam violento impulsor de la yihad.
Es el motor de los yihadistas que sólo en 2017 mataron unas 84.000 personas con 7.841 ataques en 48 países, un promedio de 21 al día, como acaba de documentar en el “Toronto Sun” el fundador del Congreso Musulmán Canadiense Tarek Fatah.
Fatah recuerda el rechazo que provoca el islamismo en personalidades musulmanas de gran prestigio, o incluso poder, como el ministro de Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Abdullah bin Zayed bin Sultan Al Nahyan.
Quien ya advirtió en una reunión araboeuropea que “Llegará un día en que veremos a muchos más radicales, extremistas y terroristas que vendrán de Europa a otros continentes impulsados por la tolerancia y debilidad de sus políticos, incapaces de tomar decisiones drásticas contra el islamismo tratando de ser políticamente correctos”.
Tarek Fatah, como el ministro de EAU y miles de musulmanes notables, piden que no se identifique islam con islamismo, por lo que ellos serían también islamófobos tan denunciables para los MCI como Ortega Smith.
El problema ahora es que la Fiscalía valenciana parece desconocer esta distinción al no rechazar inmediatamente la denuncia.
Porque demuestra ignorancia vincular toda crítica a una religión o su forma peculiar de practicarla con un “delito de odio” como hacen los MCI, lo que plantea la pregunta de si esta organización simpatiza con los islamistas.
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SALAS