En un mundo devastado por una pandemia causada por un virus que convierte a los humanos en criaturas primitivas y sedientas de sangre, Marco y Sonia inician una travesía tratando de encontrar una base secreta para escapar de estos “mutantes”, pero a mitad de camino Marco resultará herido...
Tengo que reconocer que Mutants arranca de forma espectacular y que sus primeros 15 o 20 minutos son lo mejor de la película sin duda alguna. Tenemos un par de supervivientes, una amenaza real, tangible y peligrosa personificada en esos temibles infectados o mutantes, grandes dosis de acción y tensión, una buena banda sonora y sangre en abundancia. Resumiendo: me frotaba las manos ante lo que prometía ser un film de survival horror post-apocaliptico de los que a mí me gustan, serio y realista, agobiante y claustrofóbico... Lástima que la genial atmósfera y el trepidante ritmo conseguido en ese prometedor arranque se quedara en un mero atisbo de lo que pudo ser y no fue.
Dicho todo esto, Mutants no es una película mala, ni mucho menos. Cuenta a su favor con el brillante arranque que hemos mencionado, una ambientación muy buena en torno a una atmósfera desoladora centrada en una fotografía fría, con una banda sonora crucial y unos efectos especiales y de maquillaje más que correctos, pero es inevitable terminar de verla y sentir que intentaban hacer una cosa, tomaron otro rumbo a mitad de camino, y luego volvieron a la senda inicial para acabar, resultando al final un producto en tierra de nadie, cosa peligrosa ya que produce indiferencia y, como me ha pasado a mi, falta de sentimiento (y eso que se supone que el nudo central es una historia de amor y superación...) Además, por momentos me ha recordado a La Mosca, de David Cronenberg y a 28 días después, de Danny Boyle, en lo que no sabría si llamar clara influencia, homenaje o plagio disimulado. De todas formas, juzgad vosotr@s mism@s...