Desde que los llevamos a casa, ellos nos dan cariño, nos saludan cuando nos levantamos, nos dan la bienvenida cuando llegamos después de un largo día y sobretodo: hacen que nunca nos sintamos solos porque siempre están ahí. ¿Qué piden a cambio? Tan sólo que los cuidemos como si fueran parte de la familia. No son otros que nuestras mascotas.
Siempre me ha gustado tener alguna mascota propia, he tenido gatos, perros, un jerbo, tortugas, pájaros… e incluso un pato. Ahora mismo tengo una cobaya que tiene tres añitos y medio y se llama Fendi. Le puse este nombre porque en cuanto me la regalaron pensé que era preciosa e ideal y se merecía un nombre que así lo demostrara.
A veces es sacrificado: hay que limpiarla, llevarla al veterinario, echarle de comer…pero tan sólo gasto unos pocos minutos de mi tiempo a cambio de cuidar a este pequeño peluche.También a veces le da por gritar para llamar la atención, y es un poco irritante, pero supongo que es porque la tengo un poco mimada y sabe lo que tiene que hacer para que la coja en brazos o le eche de comer algo especial.
Las cobayas son una de las mascotas que se han puesto de moda. Es un animal parecido al conejo pero no suele crecer tanto y su alimentación es similar. Fendi me encanta porque no es la típica cobaya, de hecho el veterinario me ha dicho que nunca había visto una cobaya de este color gris perla, ya que suelen ser marrones o blancas.Cada año me sorprenden y me superan ciertas noticias. Me parece incomprensible como alguien pueda abandonar a su suerte a la mascota que tanto le ha dado durante todo el año porque se ha vuelto una molestia en verano. Una mascota no es como una prenda de vestir que puedes tirar cuando ya no te sirve, o que guardas en un cajón si no se lleva. Así que hagamos el favor y seamos un poco más responsables.
Espero que os haya gustado mi pequeña, aunque me haya salido un poquito de mi línea habitual, pero creo que la ocasión lo merecía. ¡Espero vuestros comentarios! :-)
xoxo
Nerea.