El nuevo gobierno militar de Myanmar ha bloqueado el acceso a Facebook a medida que aumenta la resistencia al golpe del lunes. Hubo llamados a la desobediencia civil para protestar por la destitución del gobierno civil electo y su líder Aung San Suu Kyi.
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Facebook es especialmente popular en Myanmar y el gobierno derrocado solía hacer anuncios públicos en el sitio de redes sociales.
Los usuarios de Internet dijeron que la interrupción comenzó el miércoles por la noche y el proveedor de servicios móviles, Telenor Myanmar, confirmó en un comunicado que los operadores móviles y los proveedores de servicios de Internet en Myanmar habían recibido una directiva del Ministerio de Comunicaciones para bloquear temporalmente Facebook.
Telenor Myanmar, que forma parte del grupo noruego Telenor, dijo que cumpliría, aunque le preocupaba que la orden fuera una violación de los derechos humanos.
Antonio Guterres y Facebook se pronunciaron en contra
“Se ordenó a los proveedores de telecomunicaciones de Myanmar que bloqueen temporalmente Facebook. Instamos a las autoridades a restablecer la conectividad para que las personas en Myanmar puedan comunicarse con familiares y amigos y acceder a información importante ”, dijo un portavoz de Facebook.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que quienes se encuentran fuera de Myanmar deben asegurarse de que fracase el golpe del lunes. Calificó la acción militar de “inaceptable”, y agregó que se debe mostrar a sus perpetradores que no es así como se debe administrar un país.
El Consejo de Seguridad de la ONU está discutiendo una posible declaración, pero se espera que China bloquee cualquier forma de palabras que condenen el golpe.
Pero a pesar de que el enviado de la ONU para Myanmar instó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad el martes para garantizar que “la democracia sea rápidamente restaurada” en la nación del sudeste asiático, el organismo más poderoso de las Naciones Unidas no tomó ninguna medida inmediata.
No se emitió una declaración preparada porque requiere el apoyo de los 15 miembros del consejo y las misiones de la ONU para China y Rusia dijeron que necesitaban enviarla a sus capitales para su revisión, dijeron los diplomáticos, que hablaron bajo condición de anonimato porque la reunión estaba cerrada. China tiene estrechos vínculos con Myanmar.
Políticos usan las redes para la desobediencia
El partido político derrocado en el golpe de estado del lunes y otros activistas en Myanmar han pedido una campaña de desobediencia civil para oponerse a la toma de posesión.
A la vanguardia está el personal médico, que ha declarado que no trabajará para el gobierno militar y que es muy respetado por su trabajo durante la pandemia de coronavirus que está ejerciendo presión sobre el ya débil sistema de salud del país.
Por segunda noche del miércoles, los residentes de Yangon se involucraron en “protestas ruidosas”, con personas golpeando ollas y sartenes y tocando bocinas de autos al amparo de la oscuridad. Y las recientes protestas han revivido una canción estrechamente asociada con el fallido levantamiento de 1988 contra la dictadura militar.
Myanmar estuvo bajo un gobierno militar durante cinco décadas después del golpe de 1962, y los cinco años de Suu Kyi como líder son los más democráticos.
Los videos publicados en las redes sociales mostraban al personal médico especialmente para cantar la canción “Kabar Makyay Bu” (No estaremos satisfechos hasta el fin del mundo) que se canta con la melodía de “Dust in the Wind”, de 1977. canción del grupo de rock estadounidense Kansas.
El movimiento de protesta parecía haber recibido un impulso por el trato que dio el gobierno a la popular Suu Kyi, que fue detenida junto con otros líderes gubernamentales el lunes.
Su partido dijo el miércoles que estaba siendo acusada de poseer walkie-talkies importados ilegalmente, que se cree que fueron utilizados por sus guardaespaldas, que fueron encontrados en su casa en la capital, Naypyitaw.
El cargo le permitiría mantenerla legalmente bajo custodia hasta al menos el 15 de febrero. El presidente derrocado Win Myint está detenido por un cargo separado. Se cree que Suu Kyi permanece bajo arresto domiciliario en su residencia, donde fue retenida después de que el ejército la detuviera.
El cargo contra Suu Kyi conlleva una pena de hasta tres años de prisión.