Clic en la imagen para leer revista completa
o
Descárguela desde el siguiente link:
mega.nz/#!CgRTEAiY!T9GRMJ5dd-oOwD2-LpzKAxy0ifzEPyTzBlHTUI_9WUY
O léala en formato bacán, cool, chido, guay, chévere o como usted quiera decirle en el siguiente link:
http://issuu.com/revistaplumaroja/docs/n___30_revista_pluma_roja_octubre_2?e=0/30685176
EDITORIAL
Ya estamos en la recta final del año quince del siglo XXI. ¿No les parece que el tiempo ha pasado demasiado rápido que casi no les ha alcanzado para cumplir todas sus metas? Quizás somos muchos los que nos sentimos de esta forma, pero no debemos quedarnos con la simple idea de que los dioses nos están robando el tiempo, mejor pongámonos manos a la obra y hagamos del tiempo algo que no se escapa, sino que siempre está de vuelta.
Los ritmos de vida acelerados han provocado que hoy en día nos encontremos todo el tiempo estrangulados por los plazos que se nos imponen, sin embargo, es importante que no dejemos que la vida se nos escape sin vivirla. Cuando decimos esto no les estamos invitando a hacer cambios radicales, comenzar aventuras extraordinarias ni mucho menos. Es infinitamente más simple que eso, Revista Pluma Roja solo les invita a tomarse una tarde para ver el sol esconderse y dar paso a la noche, a beber un vaso de agua con calma y sin miles de pendientes de la cabeza, a destapar la olla y sentir gratitud por tener una merienda que disfrutar y no devorar porque el tiempo se va a acabar. Son pequeños gestos que nos merecemos, que hacen la vida más llevadera. Como dice la canción sin pausa, pero sin prisa. Es cierto que la vida se acaba, pero no es cierto que debemos vivir atormentados por esa idea. Un día a la vez bien vivido, vale más que un montón de décadas sin respiro.
Por Revista Pluma Roja