Nabos en abanico

Por Recetasalicia


Ésta es una de las recetas que más me han atraído estéticamente. Me llamó la atención su presentación en el plato. Después de conocer como se hacía, supe que no tendría dificultad para copiarla y cuando descubrí, leyendo, que todo era a base de verdura terminó por conquistarme. Eran los años noventa cuando cayó en mis manos y desde entonces empecé a interesarme por esta corriente de cocina: la cocina criolla.
Según tengo entendido nace como confluencia de las cocinas española, francesa o italiana con las nativas latinoamericanas (Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, México, Bolivia, Chile...) o africanas.
Teóricamente, se prepara con ingredientes primarios locales que son sembrados y cosechados en su lugar de origen.
Esta receta procede de Guadalupe (Antillas francesas), elaborada por una afamada cocinera de color que se llama Josette y que es la jefa de cocina del hotel "Meridien".
Seguramente os pasará como a mí, que os enamorará. La simpleza de ingredientes, todos a nuestro al alcance, pueden servir para que nos atrevamos con este plato criollo.
Disculpas, por si no la sigo al pie de la letra.
Una buena noticia es que mi blog cumple hoy dos años, estoy con este motivo, preparando un sorteo que os va a gustar, a lo largo de estos días os iré pasando "datos", me sentiré feliz de contar con vosotr@s.

Ingredientes:


- Nabos tiernos y parejos 2.- Zanahorias medianas 2.- Pimiento verde pequeño 1.- Calabacín ½.- Mantequilla 150 g.- Aceitunas negras.

Elaboración:


Pelar los nabos y cortar en lonchas de 1 cm. de grosor. Cocer en agua hirviendo con sal quince minutos, deben quedar al dente.

Cortar en muy pequeñitos dados las zanahorias, pimiento verde y calabacín, del que pelamos la parte verde de la piel llevándonos algo de la parte blanca, que será la que usemos, el resto del calabacín lo guardamos para otras preparaciones.
Derretimos en un cazo al fuego la mantequilla y le añadimos un vasito de agua. Salpimentamos y cocemos ahí las verduras, a fuego lento. Movemos de vez en cuando. No es necesario hacerlas mucho, bastan cinco, siete minutos.

Cortamos cada loncha de nabo en dos, longitudinalmente, y después en bastones más o menos parejos, los colocamos en una fuente o plato de servir formando abanicos y repartimos el sofrito de verdura en el lugar donde se supone iría la tela del abanico. En la base y centro ponemos media aceituna. Servimos templados con la salsa de mantequilla por encima.

Otra manera de presentar el plato, podría ser con forma de caléndula.