Las elecciones de 2008 mostraron lo del abrazo del oso. FUNCINPEC concurrió dividido en dos formaciones: el FUNCINPEC y el Partido de Norodom Ranariddh, que era el FUNCINPEC de toda la vida, al que le habían hecho la misma perrería que le hicieran al Partido de la Nación Khmer en 1998. Entre los dos consiguieron unos abrumadores cuatro escaños. O sea, la irrelevancia. El PSR, en cambio, emergió como la principal fuerza de oposición al conseguir 26 de los 123 escaños en liza. Aunque resultaron muy pocos escaños para poder hacer algo contra los 90 del PPC. Como en otras ocasiones Sam Rainsy se presentó como el campeón de las clases medias urbanas, de los jóvenes y de los desfavorecidos e hizo de la lucha contra la corrupción y a favor del Estado deDerecho su bandera.
La mosca cojonera genuina siempre necesita algún asunto al que adherirse y cuanto más controvertido sea, mejor. En la legislatura que comenzó en 2008 Sam Rainsy encontró que ese asunto era el de la delimitación fronteriza con Vietnam.
Las relaciones entre Vietnam y Camboya son complicadas, por decirlo de manera suave. Camboya se pasó la mitad del siglo XIX siendo vasallo de Vietnam y la otra mitad se la pasó siendo vasallo de Siam. Si los franceses no hubiesen intervenido, hoy Camboya no existiría. Los camboyanos tampoco olvidan que hasta el siglo XVII la desembocadura del río Mekong y lo que hoy es el sur de Vietnam les pertenecía. Y ya, para rematar, los vietnamitas representan la principal minoría del país: se estima que el 5% de los habitantes de Camboya son de origen vietnamita.
En 2005 el Primer Ministro Hun Sen firmó un Tratado complementario del Tratado sobre Delimitación Fronteriza que ambos países habían firmado en 1985. Con ambos Tratados se trataba de fijar claramente la frontera entre ambos países y eliminar cualquier indefinición que pudiera haber. El Tratado de 2005 preveía que los hitos existentes serían reemplazados por otros nuevos. Pues bien, Rainsy denunció que con la excusa de reemplazar los hitos antiguos por los nuevos se estaba alterando el trazado de la frontera a favor de Vietnam. La mosca cojonera genuina no se queda en meras palabras, sino que las acompaña con hechos y eso fue lo que hizo Rainsy: fue con varios partidarios a la frontera y con ellos y campesinos de las cercanías comenzó a remover los hitos fronterizos.
Con esta acción, Rainsy hizo lo que suelen hacer todas las moscas cojoneras que en el mundo han sido: se pasó. Vietnam denunció sus acciones como “perversas, que minan bienes comunes y violan las leyes de Camboya y Vietnam, los tratados, los acuerdos y los pactos entre los dos países.” El 25 de octubre de 2009 Rainsy fue acusado oficialmente de incitación al odio racial, falsificación de documentos públicos (se refiere a los mapas que esgrimió para probar las alteraciones fronterizas) y destrucción de propiedad pública. La primera de las acusaciones tiene enjundia en un país donde se mira con suspicacia a la minoría vietnamita, la cual sufrió de progroms durante los regímenes de Lon Nol y Pol Pot.
Rainsy partió al exilio nuevamente. Iba cogiendo práctica. Nuevamente se demostró que hay veces en la vida en las que la decisión más sabia es la huída. En septiembre de 2010 fue condenado in absentia a 10 años de prisión.
En 2013 comenzaron a arreciar las peticiones de la comunidad internacional para que se indultase a Sam Rainsy y se le permitiese regresar al país. Siendo 2013 año electoral, no parecía posible organizar unas elecciones sin la presencia del principal político de la oposición. Así que vuelta a la casilla de salida: el Rey Sihamoni le amnistió y Rainsy pudo volver al país el pasado mes de julio, junto antes de las elecciones. Por cierto que tuvo un recibimiento en Phnom Penh como las de las actrices de cine de antaño: casi 100.000 personas acudieron a recibirle.
En esta ocasión, la oposición ya había aprendido algunas lecciones. La primera, no te alíes con nadie que se llame Ranariddh. La segunda, no hay que presentarse divididos. El PSR de Rainsy se alió con el Partido de los Derechos Humanos de Kem Sokha para formar el Partido del Rescate Nacional Camboyano. Los resultados de las elecciones que se celebraron el 28 de julio fueron impresionantes: el PPC ganó 68 escaños (-32) y el PRNC, 55 (+26). Uno habría pensado que Rainsy estaría dando palmas con las orejas por haber obtenido los mejores resultados que nunca haya tenido la oposición en los últimos 20 años, pero esto es desconocer a Rainsy. Su primera reacción fue que le habían robado las elecciones, que su partido en realidad había sacado más escaños y que se los devolvieran o él y los suyos no tomarían posesión de sus escaños.
Han pasado casi cinco meses y Sam Rainsy sigue exigiendo que vuelvan a convocarse elecciones. Y es que las moscas cojoneras se caracterizan por su persistencia. Pero yo, por si acaso, tendría una maleta con una muda limpia a mano no sea que…