Nación catalana y nuestra singularidad

Publicado el 09 septiembre 2015 por Cronicasbarbaras

Felipe González aceptó indirectamente que Cataluña es una nación, aunque luego lo desmintió y afirmó haberse referido a que tenía “identidad nacional”, mientras Pedro Sánchez dice que tiene una singularidad diferente a la del resto de España.

Pues, digámoslo ya: como Cataluña, Coristanco o Palma del Río cada uno de nosotros también es una nación y tiene singularidades, diferentes características que deben reconocérsenos.

Para ser nación, primero, hay que tener un territorio y usted y yo vivimos en uno, imaginemos nuestra Comunidad con 30.000 kilómetros cuadrados y seis millones de habitantes; hecha la división, cada uno de nosotros tiene soberanía sobre 15.000 metros cuadrados.

Como los nacionalistas catalanes, los que más reclaman su soberanía sobre la tierra que pisan, usted puede sentirse dueño político de su territorio, que unirá, por ejemplo, al que le corresponde a su familia.

Con tres familiares más usted pueden formar una nación de 60.000 metros cuadrados, suficientes para iniciar un proceso independentista similar al de Artur Mas y los suyos.

No importa de quién sea la tierra según el Registro, sino el concepto político de territorio para instaurar su nación.

Incluso su Estado, entidad cuya existencia exige las siguientes características: comunidad de territorio, de idioma, de economía y de historia-cultura.

En nuestras familias tenemos historia milenaria, genes y una fabla propia, sobreentendidos, lenguaje de gestos, una economía interdependiente y una cultura, costumbres, modos de vida comunes y únicos.

Usted, yo y nuestras familias, cumplimos esas características acuñadas por la teoría política.

Sobre esas bases Julio Camba demostraba hace un siglo que con un millón de pesetas y quince años para identificar las características comunes y hacer propaganda, convertía a Getafe, al lado de Madrid, en una nación. Ahora, por cuatro euros y en diez minutos la nación independiente podría ser Madrid.

Usted y yo podemos hacer unas elecciones en nuestra Comunidad y ganará la independencia, sobre todo si prometemos que viviremos trabajando menos, ganando más y sin pagarle impuestos a Madrid, mientras saqueamos la caja familiar y denunciamos que “Espanya ens roba”.

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SALAS