Por esas diferencias, los nacionalismos, han sido la causa de las guerras que han azotado el continente europeo durante los cinco últimos siglos, mientras que el federalismo europeo es la alternativa a los males del nacionalismo. Solo con el federalismo europeo es posible el desarrollo de un marco de convivencia y unión democrático que garantice una justicia social basado tanto en el respeto de las diferencias y del Estado de Derecho como en la solidaridad.
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