Nadal campeón, Nadal coronándose, Nadal levanta el trofeo. Parece que la historia se empieza a hacer un monólogo, y el número 1 del mundo está más entero y más firme que nunca en el circuito ATP.
La victoria por 6-3, 7-5 y 6-4 ante el checo Tomas Berdych en la final de Wimbledon, deja en claro que no sólo es un título más de Grand Slam para el de Mallorca (por cierto, el octavo de su carrera). Sino que más bien es la afirmación de un jugador que, si las lesiones no lo complican, va a quedarse por un buen tiempo en la cima del ranking.
El comienzo fue bastante equilibrado, con los dos llevándose cómodamente su servicio. Sin embargo, el español pegó en la mitad de la primera manga, y le arrebató el saque al checo, colocándose 4-3 arriba. A partir de ahí, Berdych comenzó a decaer y nuevamente, en el noveno game, volvió a ceder su juego de servicio, lo que terminó dándole a Nadal el primer parcial por 6-3.
En el siguiente set, el checo arrancó más decidido a buscar dar vuelta la historia. Pero no pudo concretar ninguna de las tres oportunidades de break que se le presentaron, por lo que Rafa mantuvo el servicio y empezó la segunda manga con un 1 a 0 a su favor.
Después de ese arranque con peligro para el español, el juego continuó sin mayores variantes y volvió a retomar el curso del primero. Los dos mantuvieron el saque sin inconvenientes, y cuando todo parecía encaminarse hacia un tie break, Nadal pegó en el doceavo game, quebrándole en cero el servicio a Berdych, adueñándose del segundo por 7-5.
El tercero estuvo de más, porque si bien el checo estuvo cerca de poner en jaque el servicio del ibérico, lo cierto es que el traspié del set anterior, donde no tuvo chance alguna de recuperarse, hicieron que el match estuviese terminado en ese momento. No por nada, Berdych con el único top cinco que cayó en este 2010, fue con Nadal. Al resto, el checo los derrotó.
Y así fue el último, una repetición del segundo. Rafa arriba 5-4, y decidido a presionar a su rival en las devoluciones. El final de la historia es la misma que en los dos primeros: Berdych no cerró cuando tuvo su oportunidad, mientras que Nadal en la primera que tuvo, le puso fin con su zurda a este inolvidable Abierto de Wimbledon 2010.
Si ayer Serena Williams demostró ser la mejor por amplia superioridad entre las damas, como discutir a Rafael Nadal a esta altura. Podrá gustar o no el estilo del zurdo, a quien muchos tildan de ser defensivo y que sólo su buen estado físico y su mentalidad lo ayudan a salir victorioso en los partidos. Pero lo cierto es que el español vuelve a ganar en Wimbledon, como en el 2008. Mientras que lleva dos Grand Slam en lo que va del 2010, los cuales podrían haber sido tres si la lesión en Australia ante Murray no lo obligaba a retirarse.
Sólo le falta el US Open, y Nadal ya confirmó que no representará a España en la Copa Davis en el encuentro de cuartos de final ante Francia, para así llegar en las mejores condiciones al Abierto de los Estados Unidos.
Por ello, habrá que ver si el tenista de 24 años sigue haciendo historia en cada competición. Por lo pronto, hoy volvió a demostrar que entre los hombres, es el líder indiscutido.
por Javier Pérezpara Cuarenta-Cero
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