"La Literatura ya no es nada por sí misma, es la Gran Desaparecida". ¿Qué les parece esa frasecita? ¿Descorazonadora? Es parte del texto "Desnudo en la bañera, asomado al abismo (Manifiesto literario tras el fin de la literatura y los manifiestos)", del inglés Lars Iyer, al que Enrique Vila-Matas aludía en su último artículo en El País. El texto es larguito, por eso sólo dejaré a continuación algunos fragmentos de la última parte, que me recuerdan las palabras de un muchacho de aquí cerquita que una vez dijo que estaba intentando escribir una obra maestra y que algún día llegaría a ser un genio como Bolaño o Ian McEwan, algo así. Recuerdo que yo le dije que uno debía ser consciente de sus propias limitaciones y que antes de aspirar a ser el mejor escritor del universo había que aprender, al menos, a redactar bien, pero no me hizo caso, siguió escribiendo su obra maestra, que, según parece, acaba de ser publicada. Los dejo con los fragmentos de este manifiesto de Lars Iyer, del que me entero a través del blog El lamento de Portnoy:
Resístete a las formas cerradas, a las obras maestras. El empeño por escribir obras maestras es una modalidad de necrofilia. Escribir debe ser un acto abierto por todos sus flancos, de modo que un esbozo de vida real (aunque ésta no sea más que una farsa lúgubre y ridícula) pueda atravesarlo, pasando las páginas.
Los autores deben renunciar a imitar a los genios. En lugar de ello, es preferible mostrar a los autores como monos de imitación, en una palabra, como idiotas. No tengas la arrogancia de intentar ser cómico. Tú eres el serio en esta farsa; el gracioso es el universo. No vayas de tonto, ni de listo, ni de simpático, ni de tímido. Eso sí, deja un margen a la hilaridad, a una risa dolorosa y purificadora que te parta en dos los costados y el corazón. Sigue tu propia estupidez como unas huellas en la arena.
Aunque trates otros temas, no dejes de escribir acerca de este mundo, un mundo dominado por sueños muertos. Resalta la ausencia de Esperanza, de Fe, de Compromiso, de Seriedad rimbombante. Señala el pasado, del que hemos sido desgajados; señala el futuro, que nos destruirá. Escribe sobre un tipo de esperanza que antaño fue posible en tanto que Literatura, Política, Vida, pero que ya no es posible para nosotros.
Deja ver claramente que eres consciente de tu impostura. No eres un Autor, no en el sentido tradicional. En realidad, no has escrito ningún Libro, un Libro de Verdad. No formas parte de ninguna tradición, movimiento ni vanguardia. No te estás jugando verdaderamente nada en la Literatura, por muchos aires insensatos que te quieras dar. Además, la verdad es que hoy día es poquísima la gente que lee. No dejes de recalcar bien este dato. ¡Nadie lee, pedazo de idiota! Hay más novelistas que lectores. Hay demasiados libros...
Deja ver tu melancolía, resalta el hecho de que el final se acerca. Se acabó la fiesta. Las estrellas salen y el cielo negro se muestra indiferente ante ti y tus sandeces. Estás con los personajes de Bolaño al final de la búsqueda, perdido en el desierto de Sonora, al final de todas las búsquedas. Estás haciendo dibujos estúpidos para matar el tiempo en el desierto. No hay más, ésas son tus obras completas: dibujos estúpidos para matar el tiempo en el desierto.
No seas generoso ni amable. Ríete de ti mismo y de lo que haces. Saquea el arte, como el caníbal que eres. Recuerda: únicamente cuando el cuerpo está sin vida, y ha sido picoteado durante millones de años por los cuervos, roído por los chacales, cubierto de escupitajos y olvidado, sólo entonces descubriremos que aún queda una última esquirla de hueso intacta.
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