Nadie nos puede salvar de ser quienes somos

Por Emmaamme

Nada ni nadie nos puede salvar de ser quienes somos. Buscamos a alguien, algo que nos rescate de una prisión llamada ignorancia, cuando la única llave que la puede abrir se encuentra en nuestro interior, en esa sabiduría que creemos no poseer y que tanto cedemos al exterior.

Nunca fuimos condenados, nunca fuimos abandonados, es sólo nuestra interpretación. Somos lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos, intentando convivir en unidad con cada una de nuestras partes, todas correctas, todas perfectas, todas tan importantes como imprescindibles y ninguna necesaria para poder respirar.

No soy esto ni soy aquello, no soy tú ni soy yo, no soy ni el cielo ni la tierra, ni la montaña ni el mar, ni el sol ni la luna, ni el calor ni la tempestad. No soy todo ni soy nada, ni el silencio ni el ruido, ni la mente ni el corazón, ni el ser ni el humano, ni el tren ni el vagón. No soy “quién” ni soy “qué”, ni para siempre ni hasta nunca, ni el punto ni la coma, ni la tristeza ni la alegría, ni la etiqueta ni la camiseta, ni la caricia ni la piel desierta.

Me despierto en otro sueño que parece realidad pero con la duda en la punta de mi humildad. ¡No hace falta saberlo todo!, me digo desde hace ya un tiempo. NO HACE FALTA SABERLO TODO. La Tierra era plana hasta que fue redonda. ¿Cómo será ahora? ¿Qué más da? ¿Acaso importa? 

La razón es libre, a nadie pertenece. Tú razón no es la verdad y mi razón tampoco, por muy razonable que sea. Queremos tenerla porque nos encanta “acumular” lo que sea en ese espacio que ya está lleno pero que sentimos tan Vacío, creyendo que así la soledad nos huirá cuando huela todas las razones con las que nos perfumamos, cuando son ellas su más exquisito alimento, su más preciado manjar.

No tenemos ni idea, ni de quienes somos ni de donde venimos ni hacia dónde vamos ni por qué ni para qué. ¿Cómo poder Saber lo que es impermanente, lo que siempre está cambiando, mutando, transformándose? No se puede pero nos negamos a asumir que por muchos libros que nos traguemos, por muchas experiencias que tengamos, por mucha sabiduría que adquiramos, seguiremos sin SABER NADA.

Estudiamos el Mundo, los planetas, los chakras, las dimensiones, los meridianos, los universos paralelos, lo cuántico y lo no cuántico, lo emocional y lo espiritual, para así entendernos, para así comprendernos, para así sabernos, para así vivir en armonía, para así estar en Paz. Y así… nos podemos pasar toda la eternidad, porque lo que hoy es verde mañana será naranja, lo que hoy es redondo mañana tridimensional, lo que hoy me sana mañana me perjudicará. Así que, ¿para qué? ¿Con qué intención? SEGURIDAD.

Deseamos sentirnos seguros, que el suelo que pisamos no se desvanezca, no se derrumbe, no se evapore, porque nos aterra caernos al vacío de lo desconocido, a la tan temida muerte de nuestra Identidad. Nos inventamos Dioses, pócimas mágicas, mil y una técnicas de meditación, de Evitación. Creamos Bunkers alrededor de nuestro Corazón “por si” algún latido que se ha salido del ritmo, de la norma, de lo escrito, de lo establecido o del guión, nos explota dentro y nos hace picadillo el Control.

Nos da miedo ” no saber” porque No Saber implica abrirse a que todo pueda ser, a que todo pueda pasar, a que nuestra propia existencia sea una falsedad, a que todo esto que estamos sintiendo sea una mentira más, a que todas esas respuestas que no queremos escuchar se transformen en Verdad y que el Amor Incondicional sea una utopía más. 

Y entonces, ¿qué hago con  mi Vida sabiendo que es sólo una película, un juego malabar, que nada de lo que me ha pasado, de lo que recuerdo es Real?

Pues VIVIRLA, como has hecho hasta ahora pero desde otro lugar, y mañana desde otro, y pasado desde otro hasta “quién sabe cuándo” terminará, si es que algún día lo hace… 

Y ya que estás Presente, disfrútala, disfrútate, elige a quién te dé no a quién te quite. No nos tenemos nada que trabajar “para Ser”  porque ya Somos lo que somos. No te engañes. No te dejes engañar. Es mucho más sencillo que todo eso:

  • ¿Qué es lo que te gusta, lo que te hace feliz, sentir en Paz?

¿Por qué escoges lo contrario, entonces? No tiene ningún sentido comerte algo que sabes que te va a provocar náuseas y malestar. Es absurdo y lo hacemos continuamente: rodearnos de personas que nos quitan toda la energía, emparejarme o amantearme por necesidad, para no estar sola, seguir casada de quién no estoy enamorada, pasarme 8 horas al día realizando un trabajo en el que no creo, con el que no disfruto y que me “tira patrás” etc etc etc. 

Y nos preguntamos por qué no somos felices, que a pesar de “tenerlo todo” nos falta algo (cuando lo que pasa es que nos sobra mucho…) y empezamos a buscar, a buscar y a buscar, a ir a terapias, a retiros, a cursos, a talleres, “para encontrarnos”, “para iluminarnos”, “para evolucionarnos”, “para recordarnos”, cuando lo único que hay que hacer es soltar lo viejo y Elegir “el plato” que AHORA, en este único Instante en el que habita toda tu Esencia, toda la Eternidad, te hace salivar.

¿Fácil, no?

¿Cuál es tu comida preferida? Párate, Siéntete y lo Sabrás. Y mañana, vuélvetelo a preguntar.

Nadie nos puede salvar de ser quienes somos,

sólo yo me puedo ACEPTAR.


Archivado en: SENTIRES Tagged: aceptación, ser