“Cuanto más años llevo en el mundo del cine me doy cuenta que nadie sabe nada, porqué nadie es capaz de predecir un acierto o una pifia, ¿quién sabe lo que demanda el público?” (refrito de cita de un reportaje sobre el mundo del cine, aplicado al rugby y a la vida).
“¿Cree que si yo supiera como acabar con la calvicie estaría de médico en este ambulatorio? Viviría en un Palacio y no daría un palo al agua” (cita propia).
Nadie conoce el futuro, puede llenarse de esperanza, con el nuevo presidente de la FER, y todo lo que he leído es bueno, lucha, melé, volver, recuperar, un paso adelante en el mundo del rugby... Pero esperaremos, ya son demasiados años llenos de desengaños. Pero pinta bien, y la gente del rugby de este país tiene ganas de trabajar y sacar al rugby del “ostracismo” mediático en el que se encuentra, coño, si hasta Canal Plus da los partidos del Súper 15 con cuatro días de retraso, que están en las Antípodas, no en otra Galaxia.
Cipriani en Sale Sharks, veremos que ocurre, si aparece en los papeles por sus partidos o por sus fiestas, muy centrado no parece el chaval. El que había de ser el sustituto de Wilkinson puede convertirse en el sustituto de George Best en las páginas amarillas del periodismo rosa.
Quade Cooper sancionado una semana por un placaje alto a Berrick Barnes, así que se perderá el partido que da derecho a jugar las semifinales ante los Sharks. Un placaje tonto cuando los Reds ganaban de 18 (los grandes jugadores no acostumbran a cometer estas gilipolleces), pero personalmente me parece exagerada la sanción de una semana, si, era amarilla, pero la sanción es demasiado. Los Reds no piden la revisión de la sentencia. “Lo que toca, toca” dicen mis hijos.
El otro partido para entrar en Semifinales del Súper 15 enfrenta a los Crusaders con los Bulls, juegan en zona All Black, así que los toros tienen todos los números para ser toreados.
Para los amantes de los Videojuegos, una nueva entrega de Jonah Lomu Rugby Challenge, con todas las licencias de los equipos más importantes de ambos hemisferios, para jugar cuando las fieras duermen, o cuando tu mujer ve esa serie que no puede perderse, o tu marido está viendo el fútbol, para pasar un buen rato y ser durante unas horas el “amo del oval”.
Un club galés histórico, Pontypools, en peligro de extinción, por unas 400.000 libras de nada, esto es lo que tiene el dinero, que puede más que las tradiciones y te derrota en un dos más dos igual a cuatro.
Aquí os dejo un artículo donde se habla de la deriva del deporte profesional, donde algunos clubs están llegando a sus límites económicos, a veces los sobrepasan y desaparecen o bajan a las categorías inferiores. Lo triste es la historia y los aficionados que se quedan huérfanos de colores por una mala gestión económica, ¿a qué me suena?