‘Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde’ o quizá si lo sabíamos, pero nunca creímos llegar a perderlo, nunca quisimos darnos cuenta del vacío que dejaría si se iba porque realmente teníamos la esperanza de que eso no pasara.
Pero… que hacemos en esos momentos?, ya teníamos la vida acomodada, quizá no era perfecta, necesitaba algunos arreglos sin embargo todo por fin había parecido encontrar sentido, y luego de la nada tienes que acostumbrarte a vivir con un vacío, resignarse y dejarlo ir no es una opción, tratas de calmarte diciendo: Bueno, todo tiene un propósito, pero en el fondo hay algo que no podrá aceptar que ya nada será igual, y tratará contra viento y mareas porque todo vuelva a ser como antes pero en muy pocas ocasiones será posible.
Y es que no es culpa nuestra, somos así, así es la naturaleza del ser humano, tiene a acostumbrarse con lo que se encuentra a su alrededor, con aquello que comparte y lo peor es que no sólo se acostumbra, sino también pasa a formar parte de nuestra vida, y cuando no está es el momento en el que nos damos cuenta del mucho protagonismo que se ha ganado… pero, que pasaría si nos diésemos cuenta antes?, seguramente, si supieses que eso que tanto amas se fuese de tu vida mañana, hoy te la pasarías disfrutando al máximo cada segundo con él, no lo dejarías por nada del mundo, no te cansarías de decirle a cada momento lo mucho que vale para ti, que no quieres de se vaya jamás, lamentablemente casi nunca es posible.
Ésto aplica para todo, con tu pareja, con tu familia, en tu trabajo y en eso que vino a tu mente al leer lo anterior.
Entonces que todo lo que podemos hacer al respecto es aprender que nada es para siempre, vivir cada momento de nuestra vida por más amargo que sea, debemos aprender a darnos cuenta de lo que tenemos antes de perderlo, y no sólo darnos cuenta sino también valorarlo al máximo, disfrutar y aprender de cada momento de nuestra vida como si fuese el último, porque quién quita que lo sea….