Nadie se hace rico trabajando. Las otras formas de ganar dinero

Publicado el 11 octubre 2011 por Clavijero
Que conste que no estoy animando a robar, a traficar con drogas ni a nada por el estilo. Tampoco quiero decir que los ricos no trabajen (la mayoría sí lo hacen), simplemente pretendo abrir las miras de los que piensan que para mejorar su economía solamente tienen el camino de trabajar duro. En realidad, este es el camino más difícil…
Existen muchas formas de ganar dinero y pretender explicarlas todas sería imposible pero, en líneas generales, tenemos a nuestro alcance tres fuentes principales para generar ingresos:
  • Nuestro propio trabajo, ya sea por cuenta ajena o como autónomos.
  • El trabajo de otros: Si tenemos un negocio propio o nos dedicamos a la actividad empresarial, nos beneficiamos de una parte del trabajo de los asalariados de nuestro negocio o empresa.
  • Las inversiones: Si disponemos de cierto capital, el cual puede provenir de nuestro ahorro, podemos ganar dinero invirtiéndolo.
Como podréis deducir, la diferencia entre ricos y pobres nunca radica en que los primeros trabajen más, sino en que, de las tres formas de ganar dinero que acabamos de mencionar, son capaces de obtener ingresos mediante las dos últimas (sin tener en cuenta las actividades ilícitas que, desgraciadamente, a menudo son llevadas a cabo tanto por los ricos como por los pobres).
Trabajar por cuenta ajena es la forma más común de ganarse la vida aunque, a no ser que seas un alto directivo o un trabajador muy cualificado, lo sueldos suelen ser relativamente modestos. En el mejor de los casos, suponiendo que estés trabajando toda tu vida, podrás tener un nivel económico digno. Desgraciadamente, el salario que percibe mucha gente no les da ni para eso, por no contar con que es posible que te despidan o que tengas una enfermedad o un accidente y quedes discapacitado.
A no ser que provengas de una familia rica, trabajar por cuenta ajena puede ser la mejor forma de empezar a ganar dinero. Si tienes la suerte de encontrar un trabajo que te guste, puedes dedicarte a él durante toda tu vida, pero no está de más intentar buscar otras fuentes de ingresos, aunque sólo sea por previsión.
Crear un negocio o una empresa requiere de formación, experiencia, audacia y dedicación. No todo el mundo está capacitado para ello y solamente podemos llevarlo a cabo si realmente tenemos vocación, de lo contrario el fracaso está casi asegurado.
Para invertir, sin embargo, solamente se necesita algo de dinero, una formación básica y sentido común. No es necesario tener un gran capital inicial. Simplemente adquiriendo los hábitos de realizar un consumo responsable y ahorrar parte de nuestros ingresos, podemos empezar a realizar inversiones, ya sean de bajo riesgo (depósitos bancarios, títulos de renta fija,…) o de un riesgo mayor (inversiones inmobiliarias, acciones,..), en las que podemos utilizar el apalancamiento financiero, eso sí, aplicando siempre la prudencia y el sentido común.