El mundo sigue siendo machista y probablemente también desconsiderado con la familia.
Estudié y me formé igual que podría haberlo hecho si hubiera sido un chico, con las mismas oportunidades. Empecé a trabajar y a pesar de trabajar en un sector donde siguen predominando los hombres, (casi) nunca me sentí discriminada por ser mujer, aunque sí percibí en ocasiones actitudes un poco paternalistas.Mi vida laboral y la de mi marido eran bastante parecidas. Bueno, parece que el mundo no es tan machista al fin y al cabo…pensaba yo…Hasta que tienes hijos. Vi claro entonces que nuestra mentalidad es aún machista porque, por ejemplo, en ningún momento me imagino a mi marido reduciendo su jornada. Y también veo que a él no le pesa tanto como a mí esta dicotomía. Me rindo a la evidencia, hombres y mujeres somos en esto diferentes.¿Y ahora cómo lo hago? ¿Puedo estar en dos sitios a la vez? Pues…evidentemente es complicado, y más aún con la escasa concienciación que tenemos en este sentido.Pienso que en mi empresa no hay machismo, no al menos de forma evidente. Pero…vaya, ¿cuántos jefes de departamento hay que sean mujeres? Pocos. ¿Y cuántos “jefazos” hay que sean mujeres? Ninguno.¿Por qué? Pues ahora lo veo claro. Es por culpa de todos. Porque las mujeres son siempre las que, si llega el caso, reducen su jornada. Y esto aún se ve como una falta de compromiso con la empresa. Porque aunque estemos a jornada completa, a veces no queda más remedio que renunciar a promocionarse y mejorar, ya que eso implica más horas dedicadas al trabajo, a veces también viajes y estancias fuera de casa, disponibilidad total…Algo que normalmente no se desea si se tienen hijos y se aspira aún a cuidarlos y pasar tiempo con ellos. ¡Oh, menuda osadía!Y no entro en si está bien o no. Si la vida debe ser así o no porque las exigencias del trabajo son las que son; si debería o no ser así, al margen de que se sea hombre o mujer. Sólo escribo lo que pienso, lo que ES…El techo de cristal. O un muro contra el que cada día me estoy dando cabezazos.Prometo escribir sobre otra cosa la próxima vez, porque veo que me estoy volviendo monotemática.
Nadie te avisa. Nadie te cuenta las dificultades y dudas que sobrevendrán cuando seas madre y quieras seguir con tu trabajo.