Ataviada con su inseparable sombrero, Angerer se deshizo en agradecimientos, tras recoger el Balón de oro: "Estoy muy orgullosa de haber sido candidata junto a estas magníficas jugadoras. Pero éxitos como éstos no se consiguen sola. Estoy orgullosa de jugar en mi selección y en mis equipos y les doy las gracias a todos".
Angerer, de 33 años, se proclamó campeona de la última Eurocopa de Suecia con Alemania. Considerada como la mejor guardameta del mundo, empezó jugando al fútbol en el puesto de mediapunta, pero una lesión de la portera de su equipo le situó por casualidad en la portería. Fue entonces cuando descubrieron su talento bajo palos. En la última Eurocopa fue vital en el éxito de su selección, al parar penaltis decisivos. Angerer jugó este año en el Frankfurt y después se marchó a Australia, al Brisbane Roar, equipo con el que acaba contrato en febrero. Angerer ha anunciado que este año jugará en la National Women's Soccer League estadounidense.