Del elenco que ha trabajado en ella, lo más destacable es que la guionista es la misma que la de Ano Hana, que me gustó aunque temía que se le fuese de las manos el drama como en aquella. Por suerte no ha sido así y la he disfrutado íntegramente casi sin pegas que sacar y muy poquitas con algo de importancia.
Tras el cierre de la escuela submarina por el fenómeno conocido como "nieve cálida", cuatro adolescentes deben asistir a clase en Oshiooshi, el vecino pueblo de la superficie. Pese a sus reticencias y temores, Manaka, Hikari, Chisaki y Kaname acaban acomodándose a su nueva escuela y hacen nuevos amigos, entre ellos Tsumugu (de su misma edad), Miuna y Sayu (cinco años menores).
Sus pacíficas y tranquilas vidas de instituto parecen continuar sin más problemas que los propios de la edad hasta que deciden celebrar el Ofuneshiki, el Festival del Barco para honrar al Dios del Mar... pero las cosas no salen como estaban previstas.
Cualquiera que lea ese argumento pensará irremediablemente en la historia de La Sirenita. Tienen bastante que ver aunque, claro, también hay importantes diferencias.
Para empezar, quizás lo que más llama la atención es que el mundo submarino apenas difiere del de la superficie. Choca bastante y da la sensación de falta de originalidad, de no querer complicarse haciéndolos muy diferentes. De hecho tiene electrodomésticos, televisión, cocinan con fuego (vale, es "fuego sagrado" pero...), caminan más que nadan... No sólo eso sino que físicamente lo único que los diferencia es el ena, que normalmente es transparente, y que sus ojos son todos de un marcado azul turquesa. Uno se acostumbra a que sean tan similares, pero queda la sensación de que han ignorado el abanico de posibilidades que tenían para jugar. Desde mi punto de vista, esto queda perfectamente contrarrestado con el magnífico secundario que es Uroko, la leyenda del origen de estas dos sociedades y ciertos sucesos que se dan durante la serie.Por lo demás, la serie se puede catalogar de drama romántico con todas las letras. Hasta el mismo final no hay un personaje que sea correspondido, y pocos no son. Resulta algo forzado que sea así. Por suerte, en el desenlace algunos forman pareja y se aligera la carga que arrastraba. Quizás lo peor de la serie se da poco antes de la mitad, cuando empiezan a darse declaraciones amorosas y la intensidad de los sentimientos empieza a ahogar la trama. El espectador que supere este escollo en la primera mitad se verá recompensado con una segunda mucho mejor, todo gracias a un giro en los acontecimientos bastante impactante.
De la primera parte, de todos modos, me quedo con la historia de Akari, hermana mayor de Hikari, que tiene una relación con un hombre de la superficie, viudo y con una niña pequeña, Miuna. Este tipo de relaciones está muy mal vistas y tendrán que sortear muchos problemas. Frente a los líos amorosos de los adolescentes, esta historia más adulta me ha encantado en la primera mitad de la serie. En paralelo, esta parte trata sobre todo estos problemas de rechazo entre unos y otros, los prejuicios y la discriminación.De la segunda parte me quedo con todo. La maduración y la evolución de los personajes es enorme. Ya empezó en la primera mitad pero en la segunda la mejora es aún más acusada. Hikari, que al principio era un crío egoísta, pasa a convertirse en un chico que acepta y comprende los sentimientos de los demás. Pocos protagonistas recuerdo que hayan tenido tan buen desarrollo como en su caso. Tsumugu, un chico serio y maduro de más muestra al fin sus sentimientos. Kaname es quizás el que menos necesita cambiar porque se mantiene como un buen personaje de principio a fin. El papel de las chicas en la historia, aunque ninguna me ha caído mal, no destacan por una evolución igual de favorable. Pero ya digo que en general todas me han caído bien.En cuanto a animación, música y voces, todo ha estado a un altísimo nivel. El colorido, los fondos submarinos, el diseño de personajes, lo detallado que era todo... Magnífico. Ha sido una auténtica gozada para la vista y para los oídos.
En conclusión, Nagi no Asakura es un preciosos drama romántico con su punto de fantasía y de mensaje de respeto a los diferentes y al mar. Aunque el nivel de la historia haya bajado en algunos momentos, me parece una serie muy bonita en todos sus aspectos que recomiendo sin miedo a equivocarme.