Nahir Galarza Otra Vez Enamorada: “nos Estamos Conociendo”.

Fue hace aproximadamente dos meses. Nahir Galarza (20), condenada a cadena perpetua el 3 de julio de 2018, pidió ir a ver al dentista. Las autoridades de la Unidad Penal Femenina N° 6 de Paraná tomaron nota de su solicitud y la escoltaron hacia la Unidad Penal Masculina Nº 1 (a una cuadra de distancia), donde está ubicado el consultorio. Mientras caminaba por los pasillos de la cárcel de varones, la rubia llamó la atención de uno de los reclusos: Matías Caudana (N. de la R.: un chico de 20 años, preso desde los 18, que casualmente fue absuelto el pasado 27 de diciembre por el Tribunal Oral Federal de la capital entrerriana). 
Según pudo saber GENTE, el joven quedó fascinado con la belleza de Galarza. Tal es así que, al día siguiente, se puso en contacto con ella. “Pegaron onda enseguida. Por el momento no son novios, pero se están conociendo”, admite Horacio Dargainz, abogado defensor de Nahir, que hasta hace unos días desmintió públicamente el romance. “Lo hice por pedido de ella, pues aún no lo había blanqueado con sus padres. Nahir está muy contenta. Nunca pensó que alguien iba a interesarse en ella después de lo que pasó. Le parece increíble”, agrega el letrado. Quienes la conocen aseguran que la rubia está enamorada: “Dice que es un pibe educado, que no es como los demás”, coinciden. Al parecer, Matías no fue el único hombre que llamó a la futura abogada por teléfono. Hubo varios que intentaron hacer lo mismo, pero ella no quiso saber nada. Quién es Matías Caudana. Nació el 8 de marzo de 1998. Es hijo de Elba Soledad Vázquez, empleada doméstica, y de Elbio Gonzalo Caudana, señalado por la Justicia como uno de los narcotraficantes más importantes de Entre Ríos y la zona. “Matías es un chico tímido e introvertido”, describe su abogado, Augusto Lafferriere, titular de Lafferriere Estudio Jurídico y docente de Derecho Constitucional de la Universidad Católica Argentina (UCA) de Paraná. Algunos datos más: estudió en la Escuela Comercio N° 1, fue abanderado en primaria y habla inglés, portugués y francés. Al finalizar el secundario quiso anotarse para ser militar, pero en octubre de 2016 quedó detenido, acusado de formar parte de una presunta banda de narcotraficantes liderada por su padre. “Estoy muy contento de que haya quedo en libertad porque era inocente. Cayó preso por portación de apellido y por un porro”, explica Lafferriere acerca de su cliente quien, mientras estuvo en prisión, inició la carrera de Analista de Sistemas.