Pero es que a mi el tiempo se me va solo. Y después de tanta carrera, pues a una le entra hambre, y a mi acompañante, más, que para eso es el doble de grande que yo! Decidimos ir a comer a Ñam, viendo la buena presencia de la carta, y la amabilidad con la que atendían los camareros. Así que nos sentamos, y una chica muy simpática, nos sirvió el agua que pedimos, otro camarero distinto, nos tomó nota de los dos platos combinados que pedimos. A mi se me antojó el que llamaban "Ñam" (que de eso, trina poco) y que consistía en pollo a la parrilla, con una salsa a elegir (atrevida de mí, pedí de champiñones), crocretas, un huevo frito, ensalada y patatas fritas. Que dicho así, suena hasta bien, ¿verdad? Pues aparece lo siguiente: antes que el plató llego un olor insoportable a cebolla, pero cebolla de estas que parecen berzas de lo grandes que son, bastas y duras. Horrible, de repente, cerré los ojos y me teletrtansporté al mercado de La Ribera, sección frutas&verduras con ese olor penetrante y excesivo a cebolla. Casi me caigo de la silla. Una vez que nos hicimos al olor, seguí inspeccionando mi plato: pollo nadando en aceite con una salsa mal triturada, con grumos. ¿Pero no era pollo a la parrilla? ¿por qué hay un charco de aceite en mi plato? ¿¿y por qué el puré este marrón no sabes a champiñones?? Un mar de dudas, que nadaban en el aceite del maldito pollo.
Fui a atacar al huevo, por eso de comer algo, y según hundí una patata, casi me grita el huevo, de lo poco que estaba hecho, no pió de milagro. Nada, ahí se queda. La carne me la como poco hecha, pero imaginarme un pollito, como que no, no me como eso. Pues nada, ¿qué me queda? Ah, si, dos croquetas, y alguna patata, que resulta que estaba frías, vamos que llevaban hechas ni se sabe. ¿¿Pero qué pasa últimamente?? ¿De verdad quien cocina eso pretende que alguien se lo coma?, ¿no le da apuro servir semejante cosa (por no decir otra palabra)?
Vale que yo no cocino bien, pero por eso mismo no me dedico a ninguna rama de la restauración, ni siquiera en el blog cuelgo una triste receta, por que no soy quien para dar ese tipo de consejos de cocina, y además ya hay quien lo hace muy bien. Pero lo que sí que tengo es paladar, y algunas nociones de gestión de clientes (algo sé), y de marketing, otro poquito que sé, y no entiendo que con el buen envoltorio que tenia el servicio, con la buena atención, con la presentación de la carta, acabe llegando a mi mesa el peor plato combinado de la historia. Al menos los camareros fueron majos.
ÑAMhttp://www.namrestaurantes.com/Centro comercial Max CenterBarrio Kareaga, s/n. Local 71. Barakaldo944971242
Pues 11,95€ que nos salió cada plato, me pareció una fortuna por lo servido. Ultimamente, estoy teniendo más malas experiencias que buenas con las cadenas de restaurantes, quizás debería haber un poco más de control por los dueños de dichos bares, y si se tratan de franquicias, que igualen el nivel de calidad, por que lo único que provocan es rechazo a todos los locales con el mismo nombre. Desde luego, si vuelvo, no pido otra vez un plato combinado.