Nana de la sombra

Publicado el 14 abril 2020 por Daniel Guerrero Bonet

Un niño, como tantos, nació casi con el confinamiento. Encerrado en su cuna, apenas ha sentido los rayos del Sol. Ignora cuanto pasa y lo que ocurre, qué es lo que le hurta paseos en los que la brisa y la luz acariciarían su rostro. Por eso, estropeando el poema Nana de la cebolla, de Miguel Hernández, le dedico esta Nana.
Nana de la sombra
El Sol es una sombraoscura y extraña.Sombra de tus díasy mis preocupaciones.Falta de luz y sombra,oscuridad de penumbraspesada y larga.
En la cuna en sombras,mi niño estaba.Con hambre de luzse amamantaba.pero sus ojos,buscaban la luzy no la hallaban.
Tu risa nos hace libres,nos pone alas,soledades nos quita,confinamientos arranca.Boca que vuela,corazón que en tu rostrorelampaguea.
Es tu risa la luzmás victoriosa,vencedora de las sombrasy las alondras.Rival del Sol, porvenir de tiemposllenos de amor.