Napapiirin Sankarit (Lapland Odyssey), Finlandia (2010)

Publicado el 11 marzo 2011 por Cineinvisible @cineinvisib

Excelente noticia poder presentar una película finlandesa, y por si fuera poco, una comedia. Un esperpento surgido del frío que comienza con el árbol donde los miembros masculinos de la familia del protagonista tienen la tradicional costumbre de ahorcarse a lo largo de varias generaciones. Un humor finlandés peculiar pero lleno de lirismo. La historia de la película recuerda uno de los grandes éxitos de la comedia actual, por lo que se ha estrenado en algún país europeo con el título de Very Cold Trip.

Su director, Dome Karukoski, más acostumbrado al drama, quería analizar los últimos cambios producidos en su sociedad. Lo que el realizador denomina ”vergüenza masculina”. En un país con un invierno de seis meses y un paro cercano al 40% en algunas regiones, la mujer ha conquistado un rol primordial en la sociedad finlandesa y, en muchos casos, es ella la primera fuente de recursos económicos de la familia. Sin embargo ciertas tareas continúan siendo consideradas como puramente masculinas, reparar la televisión o colgar un cuadro, y el director quería tratar el sentimiento de vergüenza en un hombre que no llega a cumplir siquiera estas  tradicionales ocupaciones.

Janne, treintañero finlandés, ha decidido practicar el elogio de la pereza, quedarse en su casa sin trabajar y disfrutar de la vida alejado de un ritmo estresante. Su prometida, harta de verle con esa actitud, le impone un ultimátum: tiene hasta las nueve de la mañana siguiente para instalar un decodificador para la tele. Janne y sus dos mejores amigos iniciarán una absurda aventura por las carreteras de una Laponia, en pleno invierno, para conseguir el dichoso aparatito.  

Partiendo de una simple anécdota el director ha logrado un retrato conmovedor de una juventud perdida entre sus sueños y la triste realidad, que incluye las costumbres y peculiaridades de un país extremo y casi desconocido. Los pobres actores han rodado la película con una temperatura cercana a los 40 grados bajo cero y sin mucha o ninguna ropa.

Un propuesta diferente que ha logrado un estrepitoso éxito en su país y que, si bien a primera vista, parece una comedia de una cuadrilla de Peter Pans inmaduros, de gran corazón y reducido cerebro, puede que, en realidad, proponga una alternativa a la continua carrera contra el reloj. En todo caso es la perfecta expresión del perkele finlandés, una mezcla entre el poder de la fatalidad y la grandeza de la voluntad que puede, llegado el momento oportuno, convertir a cualquiera en un héroe.