Partido correspondiente a la última eliminatoria previa de la Champions League 2014-2015, celebrado en San Paolo, Nápoles. Para el equipo local se trata de una final, ya en agosto se comienza a hablar de fracaso si no se consigue superar la eliminatoria. En Bilbao, sin embargo, se toma como un premio ya que se llevan más de 15 años sin aparecer en la máxima competición continental.
Planteamientos, por esquema, similares en ambos equipos, que plantan un 4-2-3-1 aunque con diferentes matices. En el Nápoles la pareja de mediocentros juega prácticamente en paralelo, posibilitando, con su trabajo, que los jugadores de arriba tengan libertad para generar fútbol ofensivo. En el Athletic el trabajo es más colectivo, los 3 jugadores del centro del campo están escalonados con Iturraspe jugando como pivote puro, Mikel Rico como un box-to-box y Beñat como mediapunta, muy cercano al punta, Adúriz.
Varios errores defensivos de los leones permiten que las primeras ocasiones sean locales, sin embargo, a partir del primer cuarto de hora, los italianos ceden el balón y la iniciativa a los vascos, que se encuentran cómodos con el balón. Pese a la presión autoimpuesta antes del partido, el conjunto local parece conformarse con salir a la contra y aprovechar el balón parado. El primer gol es visitante en una subida de De Marcos, lateral derecho, que cede a Muniaín que remata con un gran gesto técnico. Precisamente el nº 19 del Athletic, siempre tan cuestionado, es uno de los mejores jugadores del partido, implicadísimo en defensa y acertado en sus decisiones atacantes.
En la segunda parte cambian las tornas, el resultado es muy malo para los de Benítez que toman el mando del balón y del partido. Jorginho comienza a organizar el centro del campo y a contactar, con más asiduidad, con Hamsik, el verdadero motor ofensivo de los parteuropeos. El primer entrenador en mover ficha es Benítez, que hace un cambio de hombre por hombre, Martens por Insigne, desaparecido durante todo el partido. Se suceden los mejores momentos locales que llegan hasta la frontal del área vasca con relativa facilidad. En una de estas jugadas Higuaín, en una gran jugada individual, empata el partido.
Valverde reacciona y mete a San José, por Beñat, cansado y desaparecido la segunda parte, con la intención de defender esa frontal del área, formando un rígido doble pivote con Iturraspe. Benítez carga más la zona, incluyendo a Michu, casi como 2º punta, por Hamsik. Valverde responde introduciendo en el campo a Ibaí, por Susaeta, con síntomas de cansancio, en un partido gris para él. El Nápoles domina con claridad y tiene ocasiones sucesivas de Callejón, Michu, que, inexplicablemente cede a Callejón cuando estaba en ventaja y Mertens, se llega así a los últimos 5 minutos. Gorka mantiene a su equipo en el partido mientras sus compañeros defensas cometen un error tras otro, tanto al despejar, como al medir el fuera de juego. Erik Morán por Iturraspe es el último cambio visitante, la intención es, de nuevo, robustecer el centro del campo y meterle centímetros, para minimizar los daños de los balones en largo napolitanos. Mertens es el mejor jugador en estos minutos, en los que el Athletic peca de novato, no sabe conservar el balón y cede demasiado. Sin embargo, no da tiempo para más, San Mámes dictará sentencia, con una leve ventaja para los leones.