¿Es escribir un blog una muestra de narcisismo? Al principio esta idea ni se te pasa por la cabeza aunque, luego, con el paso del tiempo, te das cuenta de que no es tan descabellada. En un blog personal, el protagonista es uno mismo y el mundo se cuenta desde su perspectiva, es puro egocentrismo. En realidad esto mismo es lo que le sucede a casi todo el mundo con la percepción de su vida, pero no todo el mundo siente la necesidad de contarla. A veces me planteo si esa misma necesidad se autoalimenta e impulsa al blogero a revelar cosas que, en otras circunstancias, jamás habría confesado.
Hay muchas maneras de contar las cosas, ¿por qué mediante un blog? No es un diario en el que se guardan opiniones, desahogos y reflexiones de forma privada. Tampoco es una carta para mantener el contacto y en la que se espera una respuesta equivalente y, si ese fuera el caso, más vale desengañarse porque serán pocos los lectores que se animarán a comentar. Un blog personal es una sucesión de capítulos de lo mejor de uno: vivencias, reflexiones, ideas, aunque eso no significa que siempre haya aplausos, incluso se dan casos en los que los lectores se reparten en bandos enfrentados, sobre todo cuando, tras un desahogo, alguien se siente mencionado y ofendido. Es curioso que, en el momento álgido, esos sean los post más leídos y comentados.
Un blog provoca adicción, crea cierta dependencia y también genera orgullo. ¿Es narcisismo? A fin de cuentas es algo propio. En ocasiones, al echar la vista atrás, me sorprendo y me pregunto si de verdad he escrito eso, ahí está la evidencia pero ¿cómo lo hice? ¿qué impulso me arrastró a ello? ¿Seré capaz de repetir la hazaña? Esa es la otra cara de la moneda. Supongo que para mantener el equilibrio también deben existir los posts en los que predominan el miedo y la inseguridad.