Científicos de la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) registraron las ráfagas de viento más rápidas nunca antes detectadas alrededor de un agujero negro. El viento alcanzó velocidades de casi 32 millones de kilómetros por hora, lo que representa casi un 3% de la velocidad de la luz. Las ráfagas resultaron casi 10 veces más rápidas que las detectadas anteriormente en un hoyo negro derivado de masa estelar.
“Este es el equivalente cósmico de los vientos de un huracán categoría cinco”, explicó el investigador Ashley King de la Universidad de Michigan. “No esperábamos ver vientos tan poderosos de un agujero negro como este”, agregó. A diferencia de los vientos de un huracán terrestre, los vientos de este agujero negro soplan en muchas direcciones diferentes, según la NASA.
El agujero negro causante responsable de estas ráfagas, conocido entre los científicos como IGR J17091, impresionó a los investigadores por la gran velocidad de sus ráfagas en comparación con su pequeño volumen. “Es una sorpresa que este pequeño agujero negro sea capaz de generar las velocidades de viento que típicamente solo vemos en agujeros negros gigantes”, afirmó el investigador Jon Miller, también de la Universidad de Michigan.
Otro importante descubrimiento es que las ráfagas de viento, originadas en un disco de gas alrededor del agujero negro, expulsan mucho más material que el propio agujero negro atrae, lo cual contradice la creencia popular de que estos agujeros atraen todo a su alrededor.
El hallazgo, realizado con la ayuda del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA, permitirá a los investigadores entender más el comportamiento de los agujeros negros, los cuales nacen cuando colapsa una estrella de dimensiones extremadamente grandes, generalmente con un peso entre cinco y 10 veces superior al del sol.
Fuente: CNN
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IGR J17091 es un sistema binario en cuya estrella central, equivalente a nuestro sol, orbita un agujero negro. Se encuentra en el saliente de la Vía Láctea a unos 28.000 años luz de la Tierra. Los agujeros negros de masa estelar son aquellos que se forman por el colapso de una estrella masiva, cuyo tamaño es entre cinco y diez veces la del Sol, y emiten radiaciones y vientos al igual que otros agujeros más grandes. Sin embargo, hasta ahora los investigadores no sospechaban que los vientos fueran capaces de alcanzar velocidades tan altas.
La alta velocidad del viento se estimó a partir de un espectro realizado por Chandra en 2011. El espectro muestra la intensidad de los rayos X. Los iones emiten y absorben distintas características en los espectros, que permiten a los científicos hacer su seguimiento y ver su comportamiento. Hace unos meses un espectro no mostró evidencia de viento a tan alta velocidad, por lo que los investigadores suponen que “el viento probablemente se enciende y apaga con el tiempo” a manera de latidos o de pulsos.