Una de las voces más grandes y personales que tuvo el Jazz, fue la del pianista y compositor Nat King Cole. Su sello genuino, con una voz portentosa hizo creer fielmente en su música a grandes maestros como Ray Charles, Oscar Peterson. Viendo en este su primera y máxima influencia.
Nat King Cole gustaba tanto para el público del Jazz como para el del Pop. Sus melódica voz acompañada de un piano que se ajustaba siempre a ella, siempre respaldado por una gran orquesta. Pero al mismo tiempo llego a ser muy criticado por sus desvaneces con el pop, por parte del público que lo preferían que llevase el mundo del Jazz, como mayor insignia dentro de su música.
El disco que abarco hoy es de esa segunda época. Un disco comercial, plagado de bonitas canciones de amor. Dentro de suaves melodías. Las cuales nunca han perecido y que hoy en día siguen siendo un referente dentro de la música lenta, o como mejor se puede traducir las baladas.
Este es un disco recomendado para veladas románticas, una copa de vuestra mejor música y el flamante Nat King Cole cantando a el amor.