He aquí uno (otro) de esos fabulosos discos de 2014 que no descubrí hasta 2015: lo firmaba Ben Watt, que así dicho tal vez sonará sólo a los más enteradillos, y para el que todavía -me temo- sigue funcionando la inevitable coletilla ” la mitad masculina del dúo Everything But The Girl”. Aham: ese mismo.
“Hendra” es el segundo disco de Watt 31 años (¡!) después de su debut, y es una delicia. Tiene una canción sencillamente perfecta titulada “Forget“, la mejor del disco sin duda, pero ni está en soundcloud ni -vaya usted a saber por qué- tengo hoy ganas de escribir sobre ella. En cambio, si me apetece dedicar unas líneas a esta “Nathaniel“, la más uptempo del lote y la enésima muestra de que este que escribe se está convirtiendo en un señor mayor y acabará, que el cielo me perdone, pagando un día por un disco de Dire Straits o algo peor.
La alusión al grupo de Mark Knopfler no es nada casual: para muchas de las canciones contenidas en el disco, el británico requirió los servicios de la guitarra de (Suede) Bernard Butler, y aunque parezca mentira el resultado está más cerca de “Sultans Of Swing” que de “Animal Nitrate“. (Ni que decir tiene que está en las antípodas del pop electrónico y sofisticado con el que en asociación con Tracey Thorn asaltó las listas a mediados de los noventa). Esto es rock para público adulto, tranquilito pero sin caer en la languidez, montado sobre un ritmo casi motorik con un indudable sentido de la mesura, y que debería -como poco- convencer a todos aquellos a los que el sólo nombre de The War On Drugs les pone a babear. Quien busque bordes afilados y acentuados contrastes entre luz y oscuridad, mejor que no bucee en este disco: “Hendra” deleitará particularmente a los afortunados que son capaces de distinguir entre una infinita gama de grises.
“There in a parking space, on the side of a trailer on the toe
On letters of five foot height, so simple against this hurragan sky
It says “Nathaniel, we’ll always love you! Nathaniel, we’ll always love you”
I turn on the T.V. news, another disaster for a lonely multitude
The lingering rolling feet, candles and toys and
A sea of flowers, all from strangers, I think of Nathaniel,
“We’ll always love you”, “Nathaniel, we’ll always love you!”
At first, you deny it, and ten you get angry that they’ve gone
You try making a bargain, and then you accept it and you go on
I think of Nathaniel, “we’ll always love you!”
“Nathaniel, we’ll always love you!”
You won’t be the first, you won’t be the first to loose control
Oh, but it’s hard, it’s so hard to feel the hole
Oh, Nathaniel, “we’ll always love you!”
“Nathaniel, we’ll always love you!“