- Ponemos las fresas lavadas y partidas en el vaso. Trituramos a velocidad 5-10, 30 Seg.
Con la espátula, bajamos los restos de las paredes y la tapa. Colamos el puré, en un colador de toda la vida. Volcamos esté puré en el vaso de nuevo y añadimos el resto de ingredientes. Programamos 8 Min , si la leche está a temp. ambiente, 90º, Vel 4.
Ponemos las fresas lavadas y partidas en un vaso de batidora y las trituramos bien.Por otro lado, mezclamos el azúcar con la maizena (harina de maíz), con los huevos batidos y con la leche. Le añadimos el triturado de fresas anterior y lo batimos todo junto.Preparamos una cacerola para calentarlo, pero antes, lo pasaremos todo por un colador con el fin de que las semillas de las fresas no nos las encontremos en nuestras natillas y nos resulten molestas de comer. Con este sencillo truco quedarán finas y cremosas. Las calentamos sin dejar de moverlas hasta que veamos que espesan, unos cinco minutos más o menos.
- Vertemos las natillas en unos cuencos bonitos, dejamos que templen y las metemos en el frigorífico unas horas.
Cuando vamos a tomarlas, removeremos rápidamente con la cuchara, quedaran igual de cremosas que las natillas "normales" de compra.
NOTAS:- Si os animáis a prepararlas, no os de pereza lo de colar el puré, es super rápido y luego las natillas seguro que quedan mucho mejor. La verdad, es que con los 30 segundos, quedan pulverizados todas las semillitas, pues apenas quedaron restos en el colador, pero aún así, lo recomiendo para que la textura final, sea fissnisima.
Con el color de fondo que tienen las fotos, las natillas se ven muy rosas, pero quedan de rosa palo, si queréis que se vean bien rositas, podemos añadir unas gotitas de colorante rojo.