Seguimos metidos en el National Botanic Garden of Wales. Habíamos salido del Wallace Garden y pasamos junto a este edificio, frente al cual están representadas, en el suelo, las estancias del antiguo Middleton Hall.
Desde una plaza situada junto a él podemos divisar, a lo lejos, la Torre Nelson, dedicada por William Paxton (propietario inicial de la finca que alberga este jardín botánico, en la segunda mitad del siglo XVIII e inicio del XIX) a su amigo, el almirante Lord Nelson (fallecido en la Batalla de Trafalgar).
Seguimos un camino, en el que nos sorprende otra escultura, la de esta vaca de acero rellena de piel y lana.
Cerca de ella, una exposición, Ghost Forest es una colección de raíces provenientes de árboles caídos de Ghana que, con su imponente presencia, intentan denunciar la elevada deforestación que sufre el planeta. A su vez, en esta exposición, también participa Size of Wales, un proyecto que está manteniendo varios bosques que, en total, ocupan la misma extensión que Gales.
Al lado encontramos una de las entradas al Great Glasshouse, obra de Norman Foster.
Un invernadero con múltiples especies vegetales, divididas por zonas: Chile, islas Canarias, la cuenca mediterránea, Sudáfrica, el oeste de Australia y California.
Imagen de la web del National Botanic Garden of WalesAl salir están realizando labores de mantenimiento en el Boulder Garden, una rocalla de aromáticas, con mención especial a la Perowskia (salvia rusa), que tan bien va en esta zona.
Y nos vamos dirigiendo a la salida, siguiendo este pequeño cauce de agua que crea la fuente.
Ahora vemos con más detalle la fuente central del edificio de recepción, junto a la que está la tienda de recuerdos.
La primera parte de este post está aquí.