Natrón

Publicado el 02 octubre 2013 por Alfredo Eduardo López Liñares @BackInMadrid

La mitología humana acumula durante sus muchos milenios incontables relatos fantásticos, leyendas, supersticiones y fantasías varias. Estos cuentos llenan páginas de libros y resuenan en coplas, versos y canciones alrededor del planeta y a lo largo de la historia.
Sin embargo, la parte que me resulta más interesante de estas fábulas es su origen, ese pequeño trozo de realidad que sirvió de chispa inicial. Ese hombre normal que se convirtió en héroe mitológico al propagarse sus muy humanas acciones de boca en boca durante centurias hasta convertirse en proezas titánicas.
El ser humano evoluciona, aprende rápido y tiene una curiosidad insaciable, la cual fue derrumbando de a poco casi todas esas leyendas convirtiéndolas en meros cuentos fantásticos.
En muchas historias, incluso Bíblicas, se habla sobre seres vivos que se convierten en piedra o en sal. La leyenda cuenta que la esposa de Lot se convirtió en sal por pararse a mirar como Dios destruía las ciudades de Sodoma y Gomorra. También se contaba que quien mirase a Medusa fijamente a los ojos se convertiría en piedra.
Mucho más recientemente, en el año 2012 en la India, miles de personas se mantuvieron en vigilia por un rumor que decía que se convertirían en piedra si se dormían antes de las 5 de la madrugada.
Estos temores tienen su origen algunas veces en la manipulación intencionada de determinados grupos sobre masas ignorantes, pero la mayoría se engendran en la incomprensión del hombre acerca de ciertos fenómenos naturales.
Existe en el África meridional un enorme lago llamado Natrón, en la República de Tanzania. Este lago casi totalmente inerte lleva el nombre de un mineral, un carbonato de sodio natural que era utilizado en el antiguo Egipto en los ritos funerarios para la preparación de las momias.

Este lago contaminado naturalmente por el volcán Ol Doinyo Lengai, al que está pegado no solo no alberga vida (salvo algunas algas resistentes) sino que tiene la propiedad de desecar y petrificar a cualquier ser vivo que cometa la imprudencia de darse un chapuzón en sus aguas que nunca bajan de los 60º centígrados.
El color del agua es de un rojo inquietante debido a los letales químicos que lo componen (cloro, sodio y magnesio) y su Ph alcalino oscila entre 9 y 10,5.
El fotógrafo Nick Brandt dedica gran parte de su libro “Across the Ravaged Land” a este increíble lago y ahora ha publicado varias fotos de animales muertos y petrificados en las orillas del Natrón.
Hoy tenemos una explicación científica de este suceso pero siglos atrás quizás se hubieran narrado decenas de leyendas acerca de este “Lago maldito”.






via GIZMODO