Naturaleza, Importancia y Poesia de Moler Café / “Moliendo Café” de Hugo Blanco

Por Aristippos

Moliendo café en un mortero

El trabajar puede ser un disfruto, especialmente cuando sabemos que nuestra obra puede resultar en placer para otros seres humanos. En Cuba - por ejemplo – existe la tradición de que los torcedores produciendo cigarros reciben diariamente un programa informativo y cultural durante su laboro diario. Así se añade aún más al placer y a la educación de cada ser – todo a la misma vez. Disfrutando un trabajo siempre tendrá un resultado positivo en lo que se produce.

Napoleón Bonaparte (1769 – 1821) acudió a sus consejeros para que le explicaran el porque de la diferencia en dulzura entre dos consistencias de azúcar diferentes. Jean-Anthèlme Brillat Savarin pasó mucho tiempo dedicado a la investigación del ser humano en conección con la cualidad y preparación de los ingredientes y comidas que come. Él escudriñó también las diferencias de moler café con un amoladora, en comparación con el molerlo en un mortero. Por mi parte, he escrito varias veces acerca de las diferencias entre dos formas domésticas de preparar el café. Una sería el tocar un botón en una máquina de café electrónica. Después ir al baño y prepararse para el comienzo del día, volviendo a la cocina al escuchar una campanilla que indica, el café está listo. La otra es el tomar veinte minutos adicionales en la mañana para preparar el café manualmente. La gran diferencia entre ambos métodos se nota no solamente en el sabor.

En Europa, los bebedores de café, tanto como aquellos que no les gusta el sabor o los efectos de la bebida – bebedores de café y bebedores de té igualmente – todos aparentan apreciar las memorias de madres y abuelas poniendo cajitas de madera entre las piernas y moliendo el café diariamente, solo minutos antes de comenzar a preparar la bebida para todos. Pero más allá de lo práctico de esta tarea, hay cuales han tenido razón para componer y cantar en homenaje al café y sus varias etapas de preparación. El ejemplo más prominente es probablemente el músico venezolano Hugo Blanco (*1940), cuyo nombre no es muy conocido, pero en el 1958 compuso una canción mundialmente famosa, la cual se canta en varias lenguas y ha sido interpretada en más de 800 versiones: Moliendo Café. Sus fanáticos en Indonesia la conocen como Kopi Dangdut y los Japoneses como Coffe Rumba. Blanco creó el estilo musical conocido como Orquídea, el cual es basado en la música de Cuba y lleva el nombre de la flor nacional venezolana.

Del 1830 al fin del siglo XIX Venezuela había llegado a ser el segundo país de importancia en la producción del café. Debido a algunos errores en cuanto a la sostenibilidad, la producción empeoró de tal forma que a principios del siglo XX el negocio con el café venezolano perdió su importancia en el mercado mundial. Pero en su canción el país continuó distribuyendo su café a diferentes culturas y esquinas del mundo.

En Puerto Rico hay una cualidad y cultura de café muy alta, pero a nivel del mercado mundial, tiene poca importancia. Uno de los hijos de la isla, el guitarrista virtuoso ciego José Feliciano (*1945), ofrece en su estilo especial una de mis versiones predilectas.

 Jose Feliciano / Moliendo Cafe, posted with vodpod

  

Lejos, muy lejos de los sitios calurosos y países americanos donde el café esta en su casa, hay un grupo en el este del país de Rumanía consistiendo de doce músicos. Estos comenzaron con sus instrumentos de latón como la Fanfare Ciocărlia y después de haber estado tocando canciones de latón de los Balcanes, comenzaron a expandir en su estilo, hasta que obtuvieron atención internacional. Son conocidos por su forma rápida de tocar cualquier música y por sus instrumentos dañados. Desafortunadamente para mis oídos ellos tienen la típica costumbre de músicos rumanos de integrar algún acorde incorrecto en las piezas que interpretan.

Si vamos aún más lejos encontramos una joven arpista japonesa que también ofrece una interpretación de esta pieza. Nacida en el 1982, Mika Agematsu toca en una arpa paraguaya.

Uno de mis músicos favoritos es el fantástico guitarrista español Paco de Lucia (*1947). En Alemania tuve el privilegio de escuchar dos de sus conciertos en vivo - una de ellas en la Filarmónica de Colonia. Flamenco, su estilo de música principal, es un mundo de fuego apasionado y con su gran influencia árabe tiene un efecto muy diferente al fuego expresado por la música de Venezuela y del Caribe. Es un cambio instrumental maravilloso al origen de la canción.  Paco de Lucía / Moliendo Café, posted with vodpod

Y antes que olvidemos el que comenzó todo, aquí está una versión donde Nelson Villalba canta y Hugo Blanco le acompaña con el arpa. Esta interpretación es probablemente lo más cercano que podemos llegar a lo que la pieza era en sus principios. Esta es la primer versión cantada, grabada en el 1963.

  Nelson Villalba / Moliendo Café, posted with vodpod  “Moliendo Café” (1958) by Hugo Blanco Cuando la tarde languidece renacen las sombras
y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
echas tristón canción de amor de la vieja molienda
que en el letargo de la noche parece gemir.
  Cuando la tarde languidece renacen las sombras
y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
echas tristón canción de amor de la vieja molienda
que en el letargo de la noche parece gemir. 
 Una pena de amor, una tristeza
lleva el zambo Manuel y en su amargura
pasa incansable la noche moliendo café.
  Cuando la tarde languidece renacen las sombras
y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
echas tristón canción
de amor de la vieja molienda
que en el letargo de la noche parece gemir.
 

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Le invito a visitar otras versiones de Moliendo Café y muchas más canciones acerca del café, tanto como otros vídeos de comedia, comerciales o información, todos alrededor del café, en mi vodpod café audiovisual.

y…

no se olvide de moler su propio café y de usar las mejores semillas de café disponibles, preferiblemente obtenidas de su tostador local de confianza.

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