Muchas veces hemos comentado que la costumbre de hablar en castellano en Alemania pensando en que nadie nos entiende es un error....y de hecho la chica sabía castellano y entre risas nos preguntó: "¿Dónde queréis ir?". Continuamos el camino con ella hacia el aeropuerto compartiendo historias y lidiando codo con codo con las clásicas pegas y requisitos de los aeropuertos.
Una vez aterrizado en la isla de “náufragos” nos juntamos con nuestro enlace local y de camino a casa vamos contemplando el paisaje: verdes acantilados, toda la costa bañada por un mar de un azul intenso, playas de arena negra, calas de rocas, palmeras, casas blancas, casa de colores….compra de víveres, cenita y a dormir. Me acuesto nervioso porque mañana va a ser mi primer baño en mes y medio desde aquel último baño en Bali antes del regreso a casa. Además, he estado con puntos y no sé cómo responderá la herida….cierro los ojos, en realidad todo lo anterior me da igual…los nervios son por las ansias…
DIA 1
Suena el despertador a las 7am, metemos algo de comida al cuerpo y salimos dirección Norte porque entraba swell del NO. Encontramos una derecha que rompía sobre una baja de piedra y con sólo dos personas en el agua así que nos pusimos el 3/2 y al agua. Muchos locales entran al agua sin traje pero yo aún la encuentro fría como para esos lujos, y más a primera hora. Quizás es por haber tenido a mi cuerpo mal acostumbrado al agua calentita de la ducha. Fue un baño de olas pequeñas y juguetonas que me sirvieron para quitar las telarañas. A la tarde cambiamos de spot a una playa más orientada al oeste y allí nos pegamos un baño con olas de más tamaño y buenas para maniobrar. Llegamos a casa reventados…mi cuerpo me dice “que está pasando” pero mi cabeza me dice “ya era hora”