Nos hemos pegado baños absolutamente solos, costaba situarse en el pico pero si cogías la buena te quedabas bastante agusto y como no teníamos que luchar con nadie, podíamos permitirnos el lujo de elegir tranquilamente cual coger y cual dejar. Algunas se iban enroscando según se acercaban a la orilla sacando un tubo bastante limpio antes de romper contra la arena así que, he podido volverme a casa con unos cuantos tubos en el bolsillo.
Después del primer baño hemos continuado nuestra búsqueda por la accidentada costa del Oeste y al asomarnos a los acantilados hemos encontrado alguna joyita solitaria mirándonos desde abajo en forma de pico.
Buenos baños en “Náufragos”, que siga así.