Revista Tendencias

Navafría y San Sebastián, cuatro monteras para cuatro solteras

Publicado el 24 enero 2016 por Maganto

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Aún resuenan los cohetes por las calles de Navafría, puesto que ayer se festejó al patrón de invierno de esta localidad segoviana: San Sebastián, fijado en el calendario festivo-religioso el 20 de enero. Tras la cena colectiva compartida la noche anterior, a las 12 de la mañana y tras reunirse en el lugar convenido, siete mujeres de la soldadesca femenina formada por ocho -cuatro casadas, dos mozas y dos niñas-, recorrieron varias calles acompañadas por la dulzaina y el tamboril hasta llegar a la casa de la Capitana, donde las mujeres nombradas y el acompañamiento degustaron vino dulce y bizcocho.

Una vez reunidas, y en fila de a una según el orden marcado por los cargos militares representados, se dirigieron hasta la iglesia para la celebración de la misa. Encabezaron la soldadesca las cuatro mujeres casadas: la Quitaverguenzas, la Capitana, la Teniente Capitana y la del Palillo, seguidas de las cuatro solteras, donde se distinguen las dos mozas, la de la Bandera y la del Cuchillón, y las dos niñas, el Cabo primero y el Cabo segundo-que deben haber tomado la comunión-. Ataviadas con el traje usado para los actos de la mañana, compuesto de mantón claro y manteo oscuro, y cubiertas con dos tocados diferentes -mantilla de casco para las casadas y montera floreada para las solteras-, las ocho mujeres acompañadas por sus familiares ocuparon los ochos primeros bancos del lateral izquierdo y se hiceron cargo de las diferentes lecturas y las ofrendas -un sable y una montera, además de vino y pan-, antes de besar la estola del párroco. Una vez concluida la misa, los maridos y padres de estas mujeres alzaron la imagen de San Sebastián a sus hombros para iniciar la procesión.

Al acto religioso le sucedió un ágape ofrecido a todos los vecinos del pueblo, para compartir de nuevo una comida grupal y celebrar el rosario y la procesión de la tarde. A las cinco en punto, vestidas para la ocasión con mantón oscuro y manteo rojo, se dirigieron a la iglesia para iniciar el rezo del rosario, y desde allí acompañaron a la imagen de San Sebastián hasta la ermita que lleva su nombre. Por último, un chocolate y una cena dieron fin a una larga jornada en la que se mantuvo una excelente temperatura, casi primaveral.

Las soldadescas militares en la Sierra segoviana

La soldadesca femenina de Navafría en honor a San Sebastián es la única que se mantiene en la provincia de Segovia, aunque las localidades situadas en los márgenes de la Cañada de la Vera de la Sierra mantengan ritos en los que participan soldadescas masculinas. Mientras Navafría conserva este rito dentro del Ciclo festivo de invierno, las localidades cercanas de Orejana y Torre Val de San Pedro mantienen soldadescas masculinas que tienen su origen el la segunda mitad del siglo XVII, acompañan a la Virgen del Rosario -festejada el 7 de octubre-, y  protegen a la imagen durante la procesión y en el trancurso de las danzas de palos que se ejecutan en su honor.

No obstante, en las tres soldadescas pueden rastrearse elementos comunes relativos a las armas portadas y los cargos desempeñados: mientras que los Ennombrados de Orejana lucen bandas militares de seda roja cruzadas desde un hombro y portan en sus manos picas y alabardas donde figuran los diferentes cargos, en Torre Val de San Pedro se distinguen los Ennombrados –tres matrimonios donde los hombres se tocan con sombreros, cruzan su cuerpo con una banda similar y portan bastones de diferentes colores en función del cargo de Capitán, Mariscal o Aposentador- y la propia soldadesca, que se anticipa en el recorrido lanzando pólvora, compuesta por el de la Bandera, los Alabarderos y el Atabal, todos ellos con la cinta corporal cruzando el pecho y que hace alusión al cargo de Capitán General de los ejércitos visible en los retratos reales desde el siglo XVII.

Las monteras, para las solteras

Así mismo, la localidad de Navafría mantiene en la celebración de San Sebastián el uso de la montera como tocado de las solteras. Esta tradición enlaza con el uso social de la montera, usada como tocado cotidiano en España, por ambos sexos y diferentes tramos de edad, entre los grupos populares durante el siglo XVIII y XIX. En la actualidad, en la provincia de Segovia la montera se identifica como tocado exclusivo de Alcaldesas, vinculado a la festividad de Santa Águeda, y por lo tanto al universo de las mujeres casadas. La fiesta de San Sebastián de Navafría es un claro ejemplo de una realidad social que se diseminó por todo el país, aunque en su ritualización se decoró con flores. En este sentido, las monteras floreadas de solteras de Navafría se pueden relacionar con los tocados floreados masculinos que se mantienen al otro lado de la Sierra, en la provincia de Guadalajara, y en concreto, entre los danzantes masculinos de las localidades de Majaelrayo y Valverde de los Arroyos.

(Estos datos están recogidos en mi último libro, Los danzantesde enagüillas de la provincia de Segivia. Mapa geográfico-festivo a comienzos del siglo XXI, publicado por la Diputación de Segovia en septiembre de 2015 y que puede adquirirse en las librerías segovianas).


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