Son un producto sensacional para sorprender en un aperitivo o en un entrante, en la comida o en la cena. Son de lo más versátiles en la mesa. Lo único que debemos tener en cuenta para "mimarlas" como es debido es meterlas en agua con sal en cuanto lleguemos a casa con ellas, para evitar que se deshidraten (su concha no se cierra del todo)
Por lo demás vamos a prepararlas de un modo fácil y sano, o sea, a la plancha y acompañada de una buena picada de ajo, perejil y limón. Ingredientes cotidianos para sacar un plato fuera de lo normal. ¡Mandiles arriba!
- 1 kilo de navajas
- 2 dientes de ajo
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Un manojito de perejil fresco
- Sal
- 1 limón (zumo y ralladura)
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Lavar las navajas
Lo primero de todo es tomarse la vida con calma. Así que vamos a lavar bien las navajas para eliminarles cualquier resto de arena (nada más desagradable que ese "crujido" en boca)
Las navajas se lavan en agua de mar, por aquí de eso tenemos más bien poco, así que hay que fabricarla. Ponemos en una cacerola 1 litro de agua y una cucharada de sal (esa es la proporción por si añadís más líquido). Removemos bien con unas varillas para disolverla.
Colocamos las navajas EN VERTICAL. Podéis o atarlas o las colocáis en un tarro (más sencillo) Sumergimos las navajas en el agua fría con sal y dejamos unos 30 minutos.
Pasado el tiempo las enjuagamos bien y las secamos.
La picada de ajo y perejil
A mortero limpio para eliminar estrés. O si no tenéis tanto, usad la batidora. En mortero añadimos los dientes de ajo (sin el "filetillo" central) y los majamos bien. Incorporamos el perejil (bien lavado y secado a conciencia, y sin los tallos, solo las hojitas) y machacamos. Sacando bíceps.
Añadimos el aceite de oliva Virgen Extra hasta obtener una pasta, que no quede demasiado líquida. Por último añadimos el zumo de limón y removemos bien. Reservamos.
Las navajas
En una plancha ponemos un poco de aceite a fuego vivo. Vertemos con mimo las navajas y dejamos que se abran. Las cocinamos durante 1 minuto o 1 minuto y medio, pero NO MAS TIEMPO, corremos el riesgo que se sequen y queden chiclosas.
Sacamos las navajas y las disponemos en un plato. Regamos en dos líneas con la picada de ajo y perejil y para culminar rallamos por encima un poco de cáscara de limón, sólo la parte amarilla, ya sabéis...
¡Que aproveche, hitchcookian@s!