Miquel Giménez, en un artículo publicado en Vozpópuli, nos recuerda, bajo el título “El PDeCAT y Esquerra andan a navajazo limpio”, que Puigdemont desea convertir las próximas elecciones no en un refrendo por la independencia, sino en un plebiscito alrededor de su persona, sin Esquerra ni nada que le estorbe en sus propósitos. “Ese caudillaje es lo que más irrita a los republicanos, que ven –¿ahora se dan cuenta?– hasta qué punto han sido los tontos útiles en aquella ficción que nos repetían hasta la náusea acerca de que el proceso era algo transversal. De ahí que las estrategias de las dos formaciones, antes socias y ahora enemigas, sea ver cómo fastidian al otro. Puro navajeo. Esquerra lo tiene mejor en el sentido operativo. Con Torrent, al frente de la cámara catalana, puede iniciar una guerra de desgaste mediante aplazamientos, evacuación de consultas, recursos y todo lo que contribuya a ir dejando cada vez en mayor evidencia que si existe un problema en Cataluña es porque hay un tipo en Bruselas que antepone su egomanía al interés general. Por parte del PDeCAT su artillería ha empezado a disparar en la dirección que consideran más adecuada, que no es otra que decir que Puigdemont es el president legítimo y que todo lo que sea entorpecer su nombramiento va en contra de los intereses de Cataluña y la independencia. Es una vieja táctica convergente, aquella que rezaba que, si te metías con Pujol, te metías con Cataluña, pero no por vieja es menos eficaz; siempre da resultado, porque su clientela es la misma”. En otro artículo de José Alejandro Vara – 'Puñaladas' antes del pleno: así estalló el cisma entre los 'indepes'– se muestra cómo el cisma en el independentismo estalló en la víspera del Pleno. “La carta que Carles Puigdemont envió a Roger Torrent, en la víspera de la 'histórica' jornada, sentó como una patada en el estómago. ‘Le solicito amparo para que tome las medidas necesarias para que salvaguarde los derechos y prerrogativas del Parlament y de sus miembros’. Una presión sin avisar. Una orden sin vaselina. Fue la primera puñalada. El titular de la Cámara recibió la carta como una advertencia extemporánea. En la noche de la víspera, mientras diputados de JxCat y ERC se afanaban en diseñar los detalles de la sesión, el gabinete de Torrent solicitó al 'sanedrín de Bruselas' una copia del que sería el mensaje del aspirante a presidente de la Generalitat. No recibían respuesta. Se volvió a demandar y, como todo documento, se les remitió una par de folios con notas inconexas, una especie de borrador somero de lo que habría de ser el discurso oficial. Otro desaire, otro desprecio”.
Desde hace días se ha convocado una protesta por la ANC y otras organizaciones independentistas para poner de manifiesto su apoyo a Puigdemont, que llevaba exiliado en Bélgica, desde poco después de la celebración del 1 de octubre. Él es el único candidato a la presidencia de la Generalitat. Pero se encuentra a muchos kilómetros de su feudo y la única forma de presidir es la telemática. El TC (Tribunal Constitucional) le tiene prohibida la entrada a España y, si pisa su feudo, la posibilidad de entrar en prisión es muy alta. La posibilidad de que éste se ponga al frente de la Generalitat se muestra cada vez más complicada. “La decisión de aplazar la investidura del President –explica Carmen Morcillo López en la Revista Rambla, bajo el título ‘El carnaval del Parlament’– ha caído como un jarro de agua fría entre algunas de las coaliciones independentistas. De hecho, JxCAT exigía a Torrent que celebrara hoy la investidura. El mismo partido acusa al President del Parlament de no haber consensuado con ellos. Por otro lado, la CUP también critica la decisión del presidente y le pide que rectifique y que mantenga el pleno. La CUP, en su línea, opta por ocupar sus escaños en el Parlament a la hora que se había estimado en un principio para celebrar el pleno. De esta forma protestan contra la decisión del presidente de la Cámara. Las asociaciones responsables de la protesta deciden seguir adelante con ella, a pesar de que la sesión de investidura quedaba aplazada, pero no anulada. Los manifestantes llevan una careta de Puigdemont, aunque no necesariamente sobre el rostro, pues ésta debía de ser muy incómoda y la mayoría opta por llevarla cubriendo las cabelleras. Aproximadamente a las 15:15 de la tarde las caretas se habían terminado. La manifestación llegó a su fin en el paseo Lluís Companys, en los aledaños del Parlament, y allí muy cerca del Arc de Triunf se dan algunos discursos en defensa de los resultados obtenidos en las elecciones y por la candidatura del presidente Puigdemont. La celebración de la protesta culmina a las 16 horas. Hasta aquí todo parece ir bien… ‘Ahora toca esperar a que vuelva a convocar el pleno, nosotros a luchar por nuestros derechos, que es lo principal’. También ponen de manifiesto su malestar por la actitud del Estado por no respetar, según sus declaraciones, los resultados de las urnas, indicando que se encontraban allí para “reivindicar el resultado de las urnas que el Gobierno español no quiere reconocer porque no respetan ni la propia Constitución”… ¿Qué pasará ahora? ¿Tendrá Cataluña un President telemático o buscarán a otro candidato? ¿Se celebrarán nuevas elecciones? ¿Qué hará el TC y el gobierno del Estado? ¿Permitirán a Puigdemont la entrada al país o seguirán manteniendo su orden de detención contra el querido y amado President del pueblo catalán? El carnaval acaba de empezar…”
Los 'comunes' y dirigentes de Podemos se enteran de que los Mossos d'Esquadra registran el maletero de Xavier Domènech, el candidato de Catalunya en Comú-Podem, buscando a Carles Puigdemont en su interior. Pablo Iglesias denuncia este hecho porque no se registraron ni mucho menos la totalidad de los vehículos que querían acceder al Parlament, al estar programado el Pleno de investidura de Puigdemont, finalmente aplazado por Roger Torrent, presidente de la Cámara catalana. “No son Mortadelo y Filemón, ni el profesor Bacterio, ni la T.I.A. Es Barcelona, en 2018”, denuncia con tono irónico Pablo Iglesias en cuenta oficial de Twitter, enlazando la noticia publicada por 'La Vanguardia', que aportaba una fotografía en la que se veía a los agentes de la policía catalana revisando el maletero del vehículo de Domènech. “·Además –añade Iglesias en tono humorístico, ya que prefiere tomárselo con filosofía– te tengo dicho que vayas al Parlament en bici”. Domènech denuncia que fue para buscar a Puigdemont ya que, entre las muchas especulaciones y rumores, se había dicho que el ex presidente catalán quería intentar acceder al Parlament como fuera, incluso por este método. La Vanguardia explica que “el taxi, al tratar de acceder por la entrada situada en el Passeig Picasso, se encontró con un control de los Mossos que, de forma aleatoria, registraban los vehículos. Al llegar su turno, los agentes piden al taxista que detenga el vehículo y bajen sus ocupantes”. En efecto, la Policía autonómica, junto con la Policía Nacional, custodia el martes todos los accesos que dan entrada a la cámara catalana para evitar que Carles Puigdemont sea investido presidente. El Parc de la Ciutadella cierra ese día todos los accesos que dan entrada al Parlament. Esta operación se desarrolla en el marco de una operación policial que hace que se intensifique la presencia de Policía Nacional en las entradas del parque, con un helicóptero que sobrevuela la zona desde este mediodía, y la presencia de los Mossos d'Esquadra. La senadora Margarita Quetglas, del grupo parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, pregunta en el Senado si es cierta la información difundida sobre que efectivos de los Mossos, registrando el maletero del taxi en el que Xavi Domènech se dirigía al Parlament. “Si es así, dice Margarita, ¿tiene el Gobierno el convencimiento de que Puigdemont se encuentra en estos instantes en territorio español?. El ministro del Interior Juan Ignacio Zoido asegura que las fuerzas de seguridad trabajaban “de forma muy intensa para evitar que el expresitent acudiese al Parlament para ser investido de nuevo”. La senadora pregunta si “vamos a procurar que Puigdemont no entre en España oculto en el maletero de un coche. ¿Se han registrado los vehículos de todos los parlamentarios catalanes? En caso contrario, ¿cuáles han sido los criterios de discriminación y qué instrucciones precisas y frente a qué personas se han dado a los efectivos policiales?”
El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont admite haber enviado unos mensajes al diputado de ERC, Toni Comín, en los que admite que “Moncloa triunfa”. “Esto se ha terminado”, en referencia al procés, para añadir: “Los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí”. El expresidente justificó sus palabras: “Soy periodista y siempre he entendido que hay límites, como la privacidad, que nunca se han de violar. Soy humano y hay momentos en que también yo dudo. También soy el Presidente y no me encogeré ni me haré atrás, por respeto, agradecimiento y compromiso con los ciudadanos y el país. Seguimos!”.
El empeño del PDeCAT, heredero de Convergència, por investir a Carles Puigdemont sin presentar una alternativa, le condena a un retraso continuo para iniciar la legislatura. Algo que aprovecha ERC para exigir su presencia en esa futura presidencia de la Generalitat o, al menos, acabar con la era de Puigdemont. Lo hace de forma muy sutil Roger Torrent, que consigue, en el reparto, presidir el Parlament para, supuestamente, dejar la presidencia a Junts per Catalunya (JxCat), la marca electoral que ganó en las urnas el 21 de diciembre dentro del sector soberanista. Torrent evita una investidura telemática, haciéndose pasar por otra víctima del Estado pero se cumple el deseo de su partido de dejar de lado a Puigdemont, ahora mismo visto como una rémora para el soberanismo catalán. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, sigue esa pugna y sugiere una presidencia “simbólica” y otra “efectiva”, dejando a Puigdemont el 'regalo' de ser president simbólico en el exilio. Por su parte, el diputado de ERC en el Congreso, Joan Tardá, aboga, en una entrevista en el diario El Economista a “buscar un presidente de la Generalitat que pueda gobernar”, insistiendo en sus palabras polémicas de hace unos días en las que hablaba de sacrificar a Puigdemont. En su opinión, “nadie es imprescindible si por encima está la formación del Gobierno”. Por su parte, el diputado de ERC, Gabriel Rufián, si bien defendió la necesidad de restituir a Puigdemont como presidente, añade que “si el número uno, por culpa del Estado, no puede ser el uno, que lo sea el dos”, en referencia a Junqueras. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, urge a Junts per Catalunya a presentarles una “fórmula para hacer efectiva la investidura de Puigdemont” que permita “saber que al minuto siguiente de votar al presidente” se podrá nombrar los consejeros, publicar decretos en el Diario Oficial de la Generalitat y firmar decretos efectivos. Pero, desde el PDeCAT, no gusta nada la propuesta de Junqueras. Neus Munté dice no saber “qué significa o qué puede significar” una presidencia simbólica e insiste en que el candidato es Puigdemont y, desde Junts per Catalunya, ya exigen a ERC a “trabajar con rigor, sin hacer debates públicos innecesarios” y a “no demorar” la investidura tal y como fue “acordada”. El diario El País sostiene que el Puigdemont está rodeado de un “grupo de incondicionales”, formado por diputados, periodistas y empresarios, que defienden su candidatura. “Una doble Presidencia como salida”, titula El Mundo, rotativo que alude a la división dentro de JxCat sobre la candidatura de Puigdemont. En La Vanguardia consideran que ERC “redobla la presión para que Puigdemont ceda el paso”, mientras que El Periódico señala que Junqueras “propone dejar a Puigdemont como símbolo”. En general, los diarios especulan con los nombres de los posibles candidatos para sustituir a Puigdemont.
“Ayer –escribe Aníbal Malvar en Público, bajo el título ‘Estado de sitio español’–, mi alter ego imaginario cruzó la frontera de Francia a España por La Jonquera en su coche sucio y destartalado, como corresponde al vehículo de cualquier alter ego imaginario mío. No ingrata fue su sorpresa cuando, pasando la aduana, la policía española, con gran aparato armamentístico y eurocrático, le mandó parar. La alegría de mi alter ego fue indescifrable ante tan galante invitación policial. Podría contar a sus nietos que, en 2018, el glorioso año del toisón de oro a la futura reina emérita Leonor, la policía española le destripó el coche en la frontera Schengen para ver si llevaba un candidato a la presidencia de la Generalitat catalana, democráticamente elegido, escondido dentro del maletero. ¿No es vintage?– - ¿Quieren que les abra la maleta? –preguntó, ilusionado, mi alter ego.– - No –bramó tajante el atildado policía (ahora son muy educados).– - No se ponga usted así –protestó mi alter ego–. No es normal ver a un madero en la frontera con Francia buscando en tu maletero a Puigdemont. No me había sucedido nunca. Yo, si no tuviera usted inconveniente, me haría un selfie con usted… Para enseñárselo a mis nietos. ¿Quiere que sea yo quien abra el maletero, para el selfie?– - ¿No llevará usted a Carles Puigdemont en el maletero? –levantó ambas cejas el policía, pues no sabía levantarlas de una en una.– - No, hombre –respondió amedrentado mi alter ego ante tan amenazantes y superciliares pilosidades.– - Era de imaginar –el agente le dio la espalda a mi alter ego.– - ¿No me va a registar la maleta? –suplicó mi alter ego.– - El noventa y nueve coma nueve de los españoles odia a Puigdemont. Lo dicen las encuestas del CIS, y las internas nuestras, las del señor Zoido –el agente soltó una risa más falsa que la de la más bella dama de la peor comedia de Oscar Wilde–. Por tanto, colegimos estadística y peripatéticamente que el 99,9% de los vehículos a los que detenemos no llevan a Puigdemont en el maletero, y, por tanto, no los registramos.– - ¿Y no se puede reclamar…? –preguntó mi alter ego.– Usted solo representa un 0,1 de los sospechosos. Es usted, disculpe que se lo diga desde mi autoridad, insignificante.– - ¿Y el selfie? Solo un momentito.– - Circule.Salí por la N-II y conduje casi dos horas por la C-35 hasta el polígono Can Massaguer. La noche estaba filamentosa y fría, pero aun así decidí parar en un área de descanso para mear contra un árbol, estirar las piernas y respirar. Estaba cansado, pero tampoco tenía cosa mejor que hacer que estar cansado. No me extrañó escuchar los débiles golpes desde lo hondo del maletero.– - ¿Qué pasa, Carles? –pregunté sin mucho interés, para no invitarlo a comportarse como una starlett.– - ¿Falta mucho? –su voz sonaba a sofoco y a lata, pero no tuve la tentación de abrir.– - Una hora, o dos –golpeé el maletero, me puse al volante y arranqué.
Máxima tensión en Barcelona en una jornada marcada por la sesión de investidura en el Parlament. Por ese motivo, efectivos de los Mossos realizan controles de seguridad y revisan el interior de vehículos y furgonetas que tratan de acceder a las instalaciones de la cámara catalana.
Las fotomontajes de la semana:
Un diputado de Podemos se pregunta “¿cuánto ha costado felicitar al Rey? ¿Era necesario hacer este derroche cuando los medios de comunicación iban a recoger este acontecimiento en sus programaciones?”. El Banco Santander, El Corte Inglés, Iberdrola… Las páginas de ABC están inundadas de anuncios de grandes compañías felicitando al rey. Encontrar una respuesta que los justifique no es nada fácil. Sobre todo, cuando los Ministerios se niegan a responder cuánto dinero se han gastado en publicidad institucional y eluden explicar este despilfarro. Dinero que ha contribuido a que el rey Felipe VI ya tenga su particular leyenda: “El monarca que detuvo el 1-O”.
El diputado de Podemos se pregunta “¿cuánto ha costado felicitar al Rey? ¿Era necesario hacer este derroche cuando los medios de comunicación iban a recoger este acontecimiento en sus programaciones?”. El Banco Santander, El Corte Inglés, Iberdrola… Las páginas de ABC están inundadas de anuncios de grandes compañías felicitando al rey. Encontrar una respuesta que los justifique no es nada fácil. Sobre todo, cuando los Ministerios se niegan a responder cuánto dinero se ha gastado en publicidad institucional y eluden explicar este despilfarro. Dinero que ha contribuido a que el rey Felipe VI ya tenga su particular leyenda: “El monarca que detuvo el 1-O”.
El humor en la prensa de esta semana pasada: El Roto, Forges, Peridis, Vergara, Manel F, Pat, Pedripol…
Pep Roig, desde Mallorca: Unidad de destino…, Abanderamiento, A la orden, Hablando claro y Pensionistas insolidarios…
Los vídeos de esta semana: La revista 'Time' incluye a Puigdemont entre los cinco "fugitivos geopolíticos"...