La mini ruta navideña de 2016 consistió en 5 días recorriendo varias ciudades del sur de Francia: Bergerac, Sarlat, Rocamadour, Toulouse y Carcassonne.
En realidad, no fue un destino escogido. De nuevo los precios de los vuelos Londres – Madrid habían subido más de lo deseado y dejamos en manos del destino – de los precios bajos, mejor dicho – la ruta de nuestras vacaciones. Así, conseguimos un vuelo Londres Stansted – Bergerac por apenas 9 libras y Toulouse – Madrid por poco más de 12 euros… ¡hecho!
Para desplazarnos alquilamos un coche en el aeropuerto de Bergerac que devolvimos en el de Toulouse el último día. Lo dejamos para última hora y finalmente tras comparar precios con autoeurope, elegimos la oferta que nos ofrecía Alamo: 304 euros por los 5 días con seguro incluido.
Como curiosidad, indicar que al realizar la comparación de precios nos ofrecían 3 opciones: Álamo, Enterprise y una compañía local. Pues aunque los precios iban en aumento por ese orden, luego resultó que Álamo y Enterprise son la misma compañía, por lo menos en este destino. Buena elección entonces, nos ofrecieron un coche de categoría superior mucho mejor que el que elegimos nosotros, como nos ocurrió en Croacia y fue comodísimo conducirlo durante todo el viaje.
Aterrizamos a primera hora de la mañana en Bergerac. El aeropuerto es minúsculo y hasta donde pudimos averiguar, no está conectado por bus o tren con la ciudad, aunque se encuentra muy cerca y probablemente un taxi no será caro. Allí mismo recogimos el coche después de una larga espera en inmigración, debido a los controles de seguridad por la alerta de atentados en estas fechas.
El aeropuerto se encuentra a apenas 6 km del centro así que llegamos enseguida. Buscamos un parking y dejamos el coche, aunque luego nos enteramos que por las fechas navideñas había un par de parkings públicos gratuitos, pero nos tocó pagar. Pasamos toda la mañana en Bergerac recorriendo las calles del centro histórico, visitamos el mercado y compramos fruta en uno de los puestos de la entrada: jamás habíamos probado unas manzanas tan sabrosas.
Encontramos la estatua de Cirano de Bergerac y visitamos el mercado de navidad, precioso y ambientadísimo para la hora que era. Dejamos atrás la iglesia de Sant Jacques y llegamos hasta el río donde vimos una gabarra, embarcación típica de la zona y paseamos por la orilla hasta el puente más próximo. De allí regresamos al centro donde encontramos un sitio para comer y después visitamos Notre Dame de Bergerac antes de continuar la ruta.
El destino era Sarlat-la-Canéda. En todos los foros indicaban que este era el mejor sitio para establecerse en la zona, así que como apenas habíamos preparado nada, nos dejamos llevar y no nos defraudó. Reservamos dos noches en el Ibis Sarlat Centre, que se encontraba cerca del centro y tenía parking. De nuevo una buena elección, estuvimos comodísimos y lo recomendamos sin dudarlo. Lo que quedaba de tarde decidimos pasarlo recorriendo el centro, dimos una vuelta por el mercado de navidad y pronto para el hotel. El día había comenzado demasiado pronto y estábamos muy, muy cansados.