Jaime Gil de Biedma.El pie de la letra.Ensayos completos. Edición de Andreu Jaume.Lumen. Barcelona, 2017.
“La prosa de un poeta” titula Andreu Jaume el prólogo a su edición de El pie de la letra, los ensayos completos de Jaime Gil de Biedma que publica Lumen en una versión ampliada en la que se añaden dos textos rigurosamente inéditos -“Dos buenos libros de poesía: José Agustín Goytisolo y Claudio Rodríguez” y “Presentación de La muchacha de las bragas de oro”- y otros dos que pese a estar publicados no se habían recogido en libro hasta ahora: “Aire: nada” y “Genio y figura: lord Byron”, además de la carta que T.S. Eliot envió en 1956 a Gil de Biedma para agradecerle el envío de un ejemplar de su traducción de Función de la poesía y función de la crítica, que iba presentado por un prólogo que abre precisamente la primera de las cuatro partes en la que se organiza El pie de la letra.
Esas cuatro secciones de alguna manera marcan también cuatro momentos en la evolución poética y crítica de Jaime Gil de Biedma: además del mencionado prólogo a la traducción de Función de la poesía y función de la crítica, un estudio sobre el Cántico de Guillén, una tercera sección miscelánea titulada significativamente Variedades, de la que forma parte el imprescindible “Revista de bares”, y un cuarto apartado con seis ensayos entre los que están dos textos fundamentales para entender a Gil de Biedma. Dos ensayos finales: “Como en sí mismo al fin”, sobre Luis Cernuda, y un espléndido estudio sobre los Cuatro cuartetos de Eliot.
Ese es el núcleo de El pie de la letra, al que se añade un conjunto de Textos dispersos que completan la reflexión de Gil de Biedma sobre la poesía y sobre la crítica, su mirada personal y su pasión contagiosa, el diálogo con la tradición poética inglesa, con Eliot y Auden, con Baudelaire y Cernuda, con Guillén y Espronceda.
Porque como en Auden y en Eliot, sus referencias más constantes, en Gil de Biedma se unen la conciencia crítica y el impulso lírico para vertebrar una obra coherente en la que se compaginan la lucidez reflexiva y la creación poética en la determinación de la clave esencial que subyace a la aparente sencillez de sus versos: la compleja voz que habla en el poema, por qué y en nombre de quién habla y a quién se dirige.
Esa certeza es la que le lleva en 1981 a escribir esta descalificación de Juan Ramón Jiménez en “J.R.J: notas a un centenario”: “la voz que habla en sus poemas está siempre a favor de las propias emociones, y esa es la marca indeleble del poeta menor.”
En sentido contrario, “Como en sí mismo al fin”, que es una lectura de Cernuda, podría figurar como prólogo o epílogo de cualquier edición de su poesía. Allí se pueden leer estas líneas:
“Un poema moderno no consiste en una imitación de la realidad o de un sistema de ideas acerca de la realidad –lo que los clásicos llamaban una imitación de la naturaleza-, sino en el simulacro de una experiencia real.”
Textos que perfilan una “autobiografía crítica”, en palabras de Andreu Jaume, porque al hilo del análisis de la poesía ajena Gil de Biedma hace una reflexión sobre su propia obra. Es el camino de la poética a la poesía de un poeta consciente de su escritura.
Juan Arnau.La fuga de Dios.Atalanta. Gerona, 2017.
“La fuga de Dios tiene tres voces cuidadosamente entretejidas. Ante la magia musical de la creación, la sabiduría pretende seguirlas y darle a cada uno lo que le pertenece: al intelecto, la abstracción; al cuerpo, la sensación, y al alma, la imaginación. ¿Qué es el alma sino una alforja de visiones? Esas tres voces suenan al unísono, vertebradas por el contrapunto del aquí y el ahora, un contrapunto que entrelaza intelecto, visión y sensibilidad”, escribe Juan Arnau en el Preludio de La fuga de Dios, que publica Atalanta en su colección Memoria mundi.
Las ciencias y otras narraciones es el subtítulo de este volumen que se organiza en tres partes - Mundo sensible, Mundo inteligible y Mundo imaginal- rematadas por un epílogo -Cultura mental- que cierra un recorrido por la ciencia y la filosofía como formas de conocimiento, por la relación compleja entre conciencia y materia y los límites de la ciencia mecanicista y sus dogmas.
Entre la sensorialidad y la abstracción, entre la conciencia y la existencia, el tiempo y el espacio, la plenitud y la creatividad Juan Arnau propone en estas páginas un recorrido por la historia de las actitudes filosóficas y científicas a través de una serie de referencias fundamentales: las huellas de Newton en una semblanza memorable, una biografía de la luz de Empédocles a Einstein pasando por Berkeley y Goethe; las aportaciones de Feyerabend y su crítica del método científico como modelo de conocimiento; la reivindicación del mundo imaginal a partir de la crítica de las insuficiencias del positivismo en autores como Laszlo y su revisión del concepto clásico del conocimiento, Barfield y la revalorización de la imaginación o Skolimowski y su defensa de la sensibilidad a través de la mente participativa.
Porque –explica Juan Arnau en el epílogo - “si analizamos las experiencias fundamentales que dieron pie a la física de nuestro tiempo y al desmoronamiento del paradigma de la objetividad, observaremos que todas ellas [Faraday, Einstein y Heisenberg] tienen una naturaleza imaginal.”
Gonzalo Torrente Ballester.Teoría de la novela.Prólogo de Carmen Becerra.Ediciones Deliberar. Madrid, 2017.
La Biblioteca Deliberar publica seis conferencias inéditas de Gonzalo Torrente Ballester con el título Teoría de la novela, que fue el del ciclo del que forman parte las cuatro primeras, que leyó en 1973, muy poco después de publicar La saga/fuga de JB, una de las mejores novelas españolas del siglo XX. Una obra fundamental que inauguró una nueva etapa en la novela española contemporánea.
En esas cuatro conferencias, dictadas en su plenitud creativa, Torrente Ballester explicó su concepto de novela, una forma literaria huidiza; habló de la importancia de la imaginación –tan excepcional en la tradición española- y la experiencia, fijó el principio de realidad suficiente como base de la creación de un mundo novelístico; expuso su teoría del personaje y destacó la importancia de la construcción, la estructura y las voces narrativas o del alcance de la invención y el tratamiento del lenguaje.
Es la teoría de un novelista que defiende su idea de la novela como “obra narrativa de carácter ficticio que tiene como finalidad interesar por el destino de alguien que no existe. Un novelista que analiza la novela desde dentro y que unió ejemplarmente en su trayectoria literaria la teoría y la práctica, la creación y la reflexión, como demostraría poco después, en 1975, con un libro fundamental, El Quijote como juego, y luego con Los cuadernos de un vate vago.
Por eso se titula De la práctica a la teoría y viceversa: un itinerario de ida y vuelta el prólogo en el que Carmen Becerra explica que estos textos “conforman su poética y se erigen en los pilares sobre los que se asienta la fabulación del autor ferrolano.”
Completan el volumen dos conferencias: Los problemas de la novela actual, una reflexión sobre el realismo y una defensa de la libertad creadora por encima de los dogmas ideológicos, y otra sobre el proceso creador de una obra de ficción, entre la imaginación y la experiencia.
Como prevé la línea editorial de la Biblioteca Deliberar, “ a los textos que no sean de por sí deliberativos, se les añadirá una deliberación final realizada por expertos en el tema.” Ese es el sentido del apéndice con cuatro textos en los que Carmen Martín Gaite, Stephen Miller, Cristina Sánchez-Andrade y J. A. González Sainz reflexionan sobre la teoría de la novela de Torrente Ballester.
Simone Cattaneo.La cultura X. Mercado, pop y tradición.Traducción de Pilar Cáceres.Carpe Noctem. Madrid, 2017.
La cultura X. Mercado, pop y tradición es el título del ensayo que Simone Cattaneo dedica a la generación X, “una nueva corriente literaria que nacía no solo de la necesidad de renovación propia de la historia de la literatura, sino también del ansia de las editoriales cazatalentos en busca de libros superventas y de la voracidad de los medios de comunicación.”
La industria editorial alentó ese fenómeno en busca de un público joven y una proyección mediática fácil, Entre la inmediatez expresiva y la escritura algo más elaborada de otros, lo más frecuente es que este tipo de obras se sitúen en el límite de la indigencia estilística o, todavía peor, al borde de la competencia comunicativa.
Autores nacidos en la década de los 60 y proyectados editorialmente en los 90, como Belén Gopegui, José Ángel Mañas, Lucía Etxebarría, Juan Bonilla, Ray Loriga o Juan Manuel de Prada. Sobre estos tres últimos se centra el estudio que Simone Cattaneo publica en Carpe Noctem con traducción de Pilar Cáceres.
Se trata de la reelaboración de una tesis doctoral leída por el autor en 2010 en la Universidad de Bolonia sobre un fenómeno narrativo que fue el resultado de un planteamiento editorial más atento a la comercialidad que a la calidad.
Tras la contextualización de ese fenómeno a partir de la descripción de un completo panorama sociopolítico, cultural y editorial de los años noventa, Cattaneo realiza un análisis demorado de la obra de esos tres autores -Ray Loriga, Juan Bonilla y Juan Manuel de Prada- en cuyas novelas – Trífero, Los príncipes nubios o La vida invisible- se reflejó el ambiente de la movida, el cine, la música y de lo que genéricamente se conoce como cultura pop.
Cierra el volumen un epílogo de título significativo –Lo que queda del naufragio-, colofón de un estudio valioso porque traza un amplio panorama que intenta “poner un poco de orden en el turbulento pasado reciente de la literatura española contemporánea con el objetivo de demostrar que incluso en un periodo considerado una tierra baldía hay fenómenos dignos de ser investigados.”
Santos Juliá.Transición.Historia de una política española
(1937-2017)Galaxia Gutenberg. Madrid, 2017.
“La Transición, pensaba Juan J. Linz en 1996, es ya historia, no algo que sea objeto de debate o lucha política; es objeto científico, añadía, con el riesgo de que los que no la vivieron la ignoren, la consideren algo obvio, no problemático. Escrita esta reflexión poco antes de la llegada, por vez primera, del Partido Popular al Gobierno, estaba lejos el profesor Linz de pensar que lo que en aquel momento se daba ya como historia, como pasado, recuperase diez años después un lugar central en el debate político, crecientemente crispado a medida que avanzaba el nuevo siglo, hasta tal punto que diez años después de que Linz, y muchos con él, consideráramos la Transición como historia, hablar en España del proceso de transición de la dictadura a la democracia era hablar de política tanto como o más que de historia. Y hoy, cuando ya ha transcurrido otra década y nuevos movimientos sociales y nuevas fuerzas políticas han irrumpido en la calle y en las instituciones, los términos se han invertido por completo: hablar en estos últimos años de la Transición es hablar de política mucho más que de historia; o mejor: cuando se aparenta hablar de historia, lo que se hace cada vez con mayor frecuencia es un uso del pasado al servicio de intereses o proyectos políticos o culturales del presente.”
Con ese párrafo abre Santos Juliá la Introducción a su monumental ensayo Transición. Historia de una política española (1937-2017) que publica Galaxia Gutenberg.
Historia y política reunidas en seiscientas cincuenta páginas que tienen como hilo conductor el concepto de transición, que utilizó por primera vez Azaña en 1937 y que en un sentido distinto acabó designando un periodo muy concreto de la historia contemporánea española: el que se extiende desde el momento en el que Suárez convoca las primeras elecciones desde la guerra civil y firma el decreto de amnistía hasta que se aprueba la Constitución del 78.
Pero Santos Juliá abre el campo de análisis y aborda ochenta años de historia que se cierran con las sesiones secesionistas de los días 6 y 7 de septiembre de 2017 en el Parlamento de Cataluña. Ochenta años en los que el concepto de transición se ha ido matizando, desde la voluntad de cerrar las heridas de la guerra con una paz sin vencedores ni vencidos a un proceso de demolición del franquismo y sus estructuras para pasar de la dictadura a la democracia de forma pactada y pacífica.
Y en torno a ese eje central Santos Juliá analiza una historia política marcada por el diálogo temprano entre monárquicos y socialistas, por el concepto de reconciliación nacional, el contubernio de Múnich o los últimos años del franquismo antes de que la libertad, la amnistía y los estatutos de autonomía sirvieran de base a un proceso constituyente integrador que ha sido cuestionado recientemente por los nacionalismos y los populismos. Porque no sólo ha ido variando el concepto de transición. Ha habido también un cambio en la percepción política y en el uso de ese término: desde la idea de la transición como horizonte durante el franquismo a la sacralización acrítica y excesivamente idealizada y de ahí a una mirada crítica descalificadora que tampoco parece muy justa.
En todo caso, este volumen ofrece un análisis riguroso y lúcido del largo viaje hacia la reconciliación a través de años de diálogos, pactos y consensos conseguidos a base de tensiones y prudencia, de audacia y temores, de memoria y desmemoria en torno a los distintos planes de transición, una palabra cuyo campo semántico ha ido ampliando su extensión para incluir en su contenido ideas como las libertades, la amnistía, la reconciliación nacional, la democracia, el proceso constituyente.
Santos Domínguez