Nunca un jugador del Viejo Continente se había llevado este prestigioso premio que la NBA entrega a final de liga al que consideran mejor defensa durante la liga regular. Un premio que le ha llegado, más que por sus números individuales en facetas defensivas, por el conjunto, y es que los Grizzlies han sido el equipo que menos puntos ha encajado por partido de media.
En la votación, Marc Gasol ha tenido a un reñido e ilustre competidor: Lebron James. El jugador español sumó finalmente 212 puntos por los 149 puntos que sumaba la estrella de los Miami Heat. Con 122 puntos, en tercera posición, se quedaba Serge Ibaka, nuevamente a las puertas de ganar este premio que seguró ganará si sigue así, y en cuarto lugar, con 102 puntos, un compañero de Marc que precisamente cumple el rol de especialista defensivo: Tony Allen.
El ser nombrado Mejor Jugador Defensivo del año es el empujón definitivo para elevar a Marc Gasol a la categoría de estrella de la NBA. Tras cinco temporadas en los Estados Unidos, Marc Gasol ya se ha confirmado como uno de los mejores pivots a ambos lados de la pista y ha sido una pieza clave para que los Grizzlies firmen la mejor temporada regular de su historia, con 56 victorias.
Por si a alguien le interesa, a Marc todavía le restan dos años más de contrato con los Grizzlies. Unos Grizzlies que tienen claro que, antes que a Marc, moverían a su otra pieza interior, Zach Randolph, para aligerar salarios. Dentro de dos años, siendo center y siguiendo esta progresión, Marc Gasol podría sacar en casi cualquier equipo un contrato de lo más interesante.
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