Sin embargo, el desarrollo y la búsqueda de innovaciones puede exigirnos, aunque parezca una paradoja, renunciar a estos avances para simular escenarios que aún o dominamos. Es el caso de la investigación aeroespacial que se lleva a cabo para preparar el lanzamiento de expediciones tripuladas a marte. Para ello, se trabaja en la Tierra en las mismas condiciones que se prevé que encontraremos en el planeta rojo, y dentro de este proyecto, seis astronautas se encuentran acampados en la ladera del volcán hawaiano Mauna Kea. Allí, durante un año, vivirán simulando que se encuentran fuera de nuestro planeta. Y, dentro de esta simulación, una prueba complicada es superar la incomunicación.Ante cualquier eventualidad, la conexión acumula una demora de viente minutps en cada sentido. Cuarenta minutos de asicronía que generan una sensación de independencia con la Tierra proporcional a la interdependencia entre los miembros del proyecto. Este aislamiento es un factor que se enfrenta a la hiperconexión que fomenta Internet en el resto del planeta. Otros ejemplos de desconexión con la tecnología, es la asistencia médica. Aunque hay una médico en el equipo, la práctica de la medicina espacial se parecerá más a la del siglo XIX que a la que nos ofrecen las interpretaciones hollywoodenses del fenómeno, debido a la carencia de instalaciones médicos.
La tecnología más avanzada del mundo impondrá que unos seres humanos tengan que renunciar a los avances más triviales que nos facilitan nuestro día a día y aprender a convivir consigo mismos y con sus compañeros. Y de estas relaciones humanas, en el sentido original de la palabra, con ausencia absoluta de redes sociales, depende el éxito de su misión, y de sus vidas.[más] alfonsovazquez.comciberantropólogo