Necesitamos liderazgo digital

Publicado el 09 marzo 2020 por Solano @Solano

El liderazgo dejó, hace mucho tiempo, de ser una condición en la que el que se destaca es “el que nació para mandar” con autoritarismo. El líder de hoy aprende, facilita procesos y comparte su condición de líder con equipos de trabajo que dan lo mejor de sí.

Pero, adicionalmente, el buen líder hoy en día es una persona que entiende que su negocio debe cambiar porque su categoría y el mundo entero también lo hicieron. Cada negocio está sufriendo una transformación digital y por ello los líderes de las organizaciones, coherentes con ese entorno, deben aprovechar las tecnologías para transformar sus negocios y ofrecer un mejor producto y servicio a sus clientes.

El IBM Institute for Business Value realizó un estudio con 1.500 ejecutivos de primer nivel para identificar las características y estrategias de las empresas digitales líderes del mundo.

Estas organizaciones líderes ganan en casi todos los frentes, como crecimiento, rentabilidad y transformación digital al incluir seis estrategias: Orquestar ecosistemas y plataformas digitales, generar confianza para afianzar la marca, re-imaginar el comportamiento del cliente, hacer datos que ‘piensan’ y ‘actúan’, crear un entorno de aprendizaje exponencial, y promover una cultura de inclusión.

El uso de plataformas digitales está creciendo porque impulsa el aumento de los ingresos y la rentabilidad. Allí, el buen líder digital actúa como integrador de recursos en una cadena de valor mientras genera confianza para afianzar la marca; las personas tienden a confiar en otras personas más de lo que confían en las instituciones por los que es importante aprovechar el poder de la influencia de los pares en redes sociales. El uso de inteligencia artificial para el análisis de datos puede contribuir en ello al aprender de la experiencia.

En conclusión, el líder digital de hoy en día debe oír a sus públicos, interactuar con ellos para llegar a los mercados con ofertas diferenciadas y pertinentes; emplear las tecnologías emergentes para desarrollar una propuesta de valor y saber cómo éstas le permiten hacer más eficientes sus procesos y sostenibles con el entorno durante el tiempo. Ser digital no es una opción, es una necesidad.

Nota: Esta columna fue publicada originalmente en Vanguardia el día 27 de febrero de 2020