En mi opinión, cada estado, país o región, debería tener su propio repositorio de documentos secretos, a modo de garantía de transparencia y honestidad. Los políticos deberían temer que esos documentos se hiciesen públicos, lo cual les llevaría a ser más cautelosos en los que dicen, hablan o escriben. Esto nos permitiría a los valencianos, por ejemplo, saber a cuanto asciende el montante de dinero público entregado en adjudicaciones a empresas corruptas del entorno de Correa y otros amigos del alma de Camps, que yo no me creo que estemos ante un caso de tres trajes, sino ante una estructura perfectamente organizada para la financiación ilegal del PP.
Y todo esto viene a cuento de una pequeña reseña publicada en ARA-Multimèdia, un diario digital comarcal que intenta abrirse hueco en la red. En alguna ocasión he escrito allí algún comentario y lo que he encontrado hoy me ha impactado bastante. Os dejo el enlace al artículo original (en valenciano) y os resumo la tésis de Germán Llorca, su autor: cada vez que hay planificada una gran infraestructura que afecta a espacios protegidos o terrenos de alto valor paisajístico, ocurre un gran incendio forestal. Ya me gustaría a mi que entre los cables publicados por WikiLeaks hubiese alguno que confirmase estas sospechas. Esta es la secuencia de los hechos:
Incendio en la Vall d'Albaida on Prezi
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