Necrópolis Islámica y Mudéjar de Toledo

Por Pablet
La necrópolis medieval de Toledo se extiende extramuros de la ciudad medieval, hacia el norte y el oeste, entre la Puerta de Bisagra Vieja, el Cerro de la Horca al norte, los Barrios de San Antón y San Lázaro, y teniendo como límite oeste la denominada Vega Baja de Toledo, junto al río Tajo, incluyendo el Circo Romano
El cementerio musulmán (maqbara) aparece documentado ya hacia el año 1010 (DELGADO VALERO, 1999), y en el siglo XVI quedaban aún abundantes vestigios.
Se encontraba ubicado al norte de la ciudad, frente a la bab Saqra y se extendía, al parecer desde la antigua basílica de Santa Leocadia, a orillas del Tajo, hasta la ermita de San Eugenio, e incluso quizá más hacia el norte, pues hay indicios de éste en lo que se denominaba Cerro de la Horca, aunque no sabemos si se trataba de un solo cementerio o de varios.
El enterramiento musulmán, realizado generalmente en fosa simple excavada en el terreno natural y orientada en el eje SW-NE incluye dentro de su ritual la inhumación en decúbito lateral derecho y la identificación de la tumba mediante una estela o cipo funerario. Los cipos (DELGADO VALERO, 1987), realizados en distintas variedades de piedra, bien están formados por acumulaciones de piedras en la cabecera de la tumba o bien forman columnas, que varían en tamaño y altura, y que pueden presentar inscripciones en caracteres Cúficos, aunque posiblemente su uso se generalice en el periodo Taifa (Siglo XI).
Cuando Toledo fue conquistada por los cristianos en 1085, los Mudéjares continuaron recibiendo sepultura a extramuros de la ciudad, si bien desconocemos si continuarían con el rito islámico puro o presentaría variaciones. Las únicas menciones a espacios funerarios mudéjares como tales se localizan a extramuros en el hanma de Santiago (zona de la Puerta de Bisagra), en el área de Santa Leocadia, San Eugenio y San Antón. 
Esta comunidad fue minoritaria en la ciudad desde el siglo XIII, aunque se sublevaron en 1225. En Cuenca disponían de su propio Honsario, separado del resto (ROMERO SAIZ, 2007). 
En el Circo Romano se documentaron dos niveles de necrópolis (DE JUAN GARCIA, 1987: DE JUAN GARCIA et alii, 1988): Islámico (Siglo IX-XI), y Cristiano Mudéjar (a partir del siglo XIII). Intervenciones arqueológicas en el Paseo Cristo de la Vega 16 y 18, así como en el Paseo del Circo Romano nº 10 (MAQUEDANO et alli, 2002), se documentan enterramientos en fosa simple, con inhumaciones en decúbito lateral derecho, orientadas en un eje SW-NE y que presentan cubiertas de distintos tipos (tejas, piedras, ladrillos y tejas combinadas, etc.) o bien sin cubrición alguna, que son englobadas en una cronología situada entre los siglos IX-XI, estando dentro de la maqbara islámica. 
En todo caso, podemos situar la necrópolis islámica muy cerca del segundo recinto amurallado de la ciudad de Toledo, en el entorno del Circo Romano y Vega Baja, y junto a las salidas principales de la ciudad: puerta del Cambrón, puerta de Alfonso VI (o Bisagra Vieja) y puerta de Bisagra (FIGURA 2). 
Imagen: FIGURA 2- Planta de la necrópolis de General Villalba 20-22 (Plano Santiago Rodríguez Untoria)
Fuente: http://www.arqueologiamedieval.com/articulos/131/