Un equipo de astronautas, científicos e ingenieros ensayan en un laboratorio submarino de Florida las técnicas para una futura misión sobre la superficie de un asteroide. El objetivo fijado por el presidente Barak Obama de enviar un grupo de astronautas a un asteroide para 2025 ha acelerado las investigaciones. A 19 metros bajo la superficie del mar, Steven Squyres trata de anclar un cable sobre la roca. Cuando lo consigue, utiliza ese mismo cable para desplazarse hasta el otro extremo y se arrastra pesadamente bajo el agua.
A pesar de su extraña apariencia, no se trata de un buceador excéntrico sino de un "aquanauta", y puede que esté dando los primeros pasos para colocar a un ser humano sobre la superficie de un asteroide en las próximas décadas.
La misión se llama NEEMO 15 (NASA Extreme Environment Mission Operations - Misión de Operaciones en Condiciones Extremas), durará trece días y tiene lugar bajo las aguas de Florida, en EEUU. Allí, en el conocido como laboratorio Aquarius, un equipo multidisciplinar ensaya una posible misión humana a un asteroide cercano a la Tierra. Los métodos para anclar una nave sobre una de estas gigantescas rocas estelares aún están muy inmaduros, pero la NASA está probando ya los equipos y las mejores técnicas para desplazarse por la superficie de un asteroide en una futura misión.
"Hacia 2025, esperamos que una nueva nave nos permita iniciar las primeras misiones tripuladas más allá de la Luna, en el espacio profundo", anunció el presidente Barak Obama el año pasado. "Y empezaremos por enviar astronautas a un asteroide por primera vez en la historia".
Aunque no se tiene en mente ningún asteroide en particular, hay una docena de candidatos que pasan a unos ocho millones de kilómetros de la Tierra, unas 20 veces más lejos que la Luna. El viaje para llegar hasta allí, calculan los expertos, duraría alrededor de 200 días, y requeriría el desarrollo de nuevas tecnologías de supervivencia para los astronautas. La ausencia de gravedad haría muy inseguro aterrizar sobre el asteroide, así que lo previsible es que los astronautas tengan que bajar por sus medios, mediante una combinación de propulsores y anclajes.
Agarrarse o volar
El hecho de trabajar bajo el agua permite a los astronautas simular las condiciones de microgravedad que se darán en la superficie de uno de estos asteroides y probar sus equipos ante estas dificultades añadidas. Para los futuros desplazamientos están probando un dispositivo en forma de mástil telescópico con imanes en sus polos. Para desplazarse, anclan alternativamente cada uno de los extremos. La otra alternativa es usar un "jetpack" (una mochila propulsora) que facilitaría los desplazamientos pero dificultaría que los astronautas pudieran fijar su posición en un punto.
La misión de la NASA tiene como objetivo estudiar los métodos de desplazamiento durante las operaciones extra-vehiculares (EVAs), probar los posibles vehículos de exploración y los instrumentos como el brazo robótico, y comprobar cuál es el número óptimo de tripulantes para la misión (de tres a cuatro hombres). También se simula el retraso de las comunicaciones que habrá entre el control desde la Tierra y el asteroide, y que podría ser de varios minutos.
"Estoy impresionado con lo rápido que el equipo se ha adaptado a este ambiente alienígena", asegura el “aquanauta” Steven Squyres en su blog. "¡Todo esto me hace sentir como si estuviera en otro mundo!". En esta especie de diario, alojado en la web de la NASA, el astronauta relata sus experiencias diarias y sus "caminatas espaciales". También describe el uso del mástil telescópico que están probando en sus desplazamientos.
"Funciona tal que así", explica, "enganchas ambos imanes a los puntos de anclaje sobre la superficie. Desenganchas uno y lo mueves a un nuevo punto de anclaje... Es lento pero nos permite ir donde queremos de manera bastante fiable". La otra técnica para desplazarse, explica, son los "jetpacks". "Tengo que confesar que es tan divertido como suena. Rápido, fácil y muy chulo... Los astronautas podrían usar los "jetpacks" para desplazarse largas distancias por la superficie del satélite y el mástil para movimientos más pequeños y para trabajar".
De momento, no hay fecha ni presupuesto para esta misión, pero el camino hacia la conquista de un asteroide ha comenzado. Aterrizar en uno de estos objetos podría proporcionarnos valiosísima información sobre la formación del sistema solar, pues se trata de auténticos fósiles que han permanecido intactos desde la formación de los planetas.
Fuente: La Información
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La NASA evacuó hoy miércoles (26/10/2011) a los miembros de la misión NEEMO 15, quienes se encontraban en una estación sumergida en el mar sobre la costa de Florida, donde se entrenaban para un viaje a un asteroide, debido al acercamiento del huracán Rina. La tripulación fue sometida a descompresión durante la noche de ayer y retornará en breve a la superficie. La información fue publicada en un mensaje via twitter. Se pronostica que el huracán Rina, con vientos de 175 km/h, se fortalecerá a categoría 3 antes de tocar tierra el jueves cerca del balneario de Cancún (Yucatán, México).
El equipo de la Misión NEEMO espera a bordo de botes de apoyo en la superficie. La tripulación incluye al astronauta japonés Takuya Onishi, al astronauta de la agencia espacial canadiense David Saint-Jacques, al comandante Shannon Walker de la NASA, y a Steve Squuyres, un experto en exploración planetaria en la Cornell University de Nueva York. Todos ellos se encontraban en la mitad de una misión de 13 días en el Aquarius Underwater Laboratory, el único laboratorio submarino de su tipo en el mundo, localizado a 4,5 kilómetros de la costa de Cayo Largo, Florida. Se supone que el entrenamiento ayudaría a los astronautas a imaginarse cómo se sentirían en un asteroide casi libre de gravedad, una misión que el presidente Barack Obama dijo que podía llevarse a cabo en 2025.