Revista Cultura y Ocio

Negación del Holocausto tras la Segunda Guerra Mundial

Por Liber
Negación Holocausto tras Segunda Guerra MundialNegación del Holocausto tras la Segunda Guerra Mundial

La negación del Holocausto consiste en afirmar que el genocidio llevado a cabo por parte de la Alemania nazi con ayuda de sus aliados en la Europa ocupada durante la Segunda Guerra Mundial nunca existió. Las personas que sostienen esta idea pertenecen al denominado movimiento revisionista o negacionista del Holocausto.

Al igual que sucede con otras teorías de la conspiración, la negación del Holocausto adopta varias formas, desde aquellos que afirman que la realidad ha sido exagerada hasta los que están convencidos de que todo es un fraude, una manipulación orquestada y una conspiración sionista. Generalmente, las afirmaciones que defienden son las siguientes:

1. La Solución Final no fue el genocidio del pueblo judío sino que consistió en la expulsión de los judíos del Tercer Reich.

2. 6 millones es una cifra totalmente exagerada de víctimas.

3. Los testimonios obtenidos durante los juicios de Núremberg se consiguieron bajo tortura.

4. Los judíos orquestaron toda esta pantomima para ganarse la simpatía del mundo.

5. Las cámaras de gas usadas por los nazis eran realmente instalaciones para desparasitar a los internos, preservando la salud de los campos, o bien fueron construidas por los soviéticos tras la Segunda Guerra Mundial.

6. El número de víctimas oficial de otros grupos, como homosexuales o gitanos, está también exagerado.

El movimiento negacionista del Holocausto

Casi la totalidad de las personas que niegan la veracidad del Holocausto pertenecen o están afiliadas a alguno de estos cuatro grupos:

1. Supremacistas blancos y simpatizantes de extrema derecha, incluyendo entre otros a los integrantes del movimiento neonazi.

2. Activistas radicales pro-palestinos, incluyendo a militantes y políticos islamistas como Mahmoud Ahmadinejad, que se oponen a la mera existencia del Estado de Israel.

3. Antisemitas.

4. Seguidores fanáticos de teorías de la conspiración (Illuminati, masones, reptilianos y demás bulos propagados por Internet sin base científica creíble alguna), que defienden posturas que han sido ya refutadas o que son simplemente absurdas (p.ej: el Protocolo de los Sabios de Sión, cartas del masón ocultista Albert Pike, etc.).

Objetivos y técnicas de las personas que niegan el Holocausto

1. Hacer de nuevo del nacionalsocialismo una alternativa política aceptable.

2. Cuestionar la decisión de Naciones Unidas de concederle territorios palestinos a los judíos en 1948, así como negar el derecho del pueblo judío a tener un estado propio en territorio israelí (cabe destacar en este punto que uno puede discrepar con el Estado de Israel en la gestión del conflicto con los palestinos, pero no por ello negar el Holocausto).

3.Emplear la historia de un Holocausto "falsificado, orquestado y manipulado" como parte de teorías antisemitas conspiranoicas.

La negación de crímenes de lesa humanidad está prohibida en trece países europeos y en Israel. En los países bajos, los tribunales han dictaminado que la negación del Holocausto constituye discurso que incita al odio y es por lo tanto implícitamente ilegal. Los negacionistas a menudo se quejan de que la libertad de expresión queda limitada y llegan incluso a afirmar que esta legislación es parte de la conspiración. Con estas afirmaciones demuestran, en el mejor de los casos, una gran ignorancia, ya que:

a) Estas leyes son mucho más recientes que el propio movimiento de negación del Holocausto. La mayoría de ellas se elaboraron a finales de los 80 o en los 90, como una contramedida para plantarle cara al auge del supremacismo blanco en una generación europea que no había experimentado los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Durante la mayor parte del período de posguerra (más de 40 años), negar el Holocausto era perfectamente legal en todos los países del mundo.

b) La mayoría de la legislación vigente prohíbe la negación de cualquier crimen de lesa humanidad, no quedando exclusivamente limitada a las atrocidades cometidas por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, sino que abarcando también explícita o implícitamente todos los crímenes llevados a cabo por los regímenes comunistas y otros crímenes que a menudo resaltan los negacionistas del Holocausto. Sólo en Rumanía la ley se limita a la negación del Holocausto. La legislación israelí es la única en cuyas leyes se recoge la palabra judíos.

c) Las personas que niegan el Holocausto suelen decir que estas leyes son producto de la todopoderosa influencia judía. Es entonces bastante extraño que negar el Holocausto sea legal en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Rusia, países que tienen poblaciones de judíos bastante numerosas. En cambio, es también digno de destacar que sea ilegal en Polonia, Rumanía y Lituania, donde apenas viven judíos en la actualidad (habría que dejar para otra ocasión el por qué hay tan pocos judíos en países que antiguamente tenían grandes poblaciones hebreas).

Refutación del negacionismo del Holocausto desde la evidencia histórica

Los negacionistas del Holocausto suelen servirse de la falacia de "la prueba definitiva", exigiendo por ejemplo que se presente una orden escrita de Adolf Hitler en la que se dictamine detalladamente el exterminio de los judíos o un registro de autopsia en el que figure que hubo prisioneros judíos gaseados. Olvidan, en este caso, que en el ocaso de la Segunda Guerra Mundial el gobierno nazi trató masivamente de ocultar y destruir cualquier rastro del genocidio, llegando a arrasar edificios y quemando gran cantidad de documentos. Afortunadamente, muchos se salvaron.

A continuación, presentaremos unas cuantas pruebas que desmontan la corriente negacionista:

Lo cierto es que, para desgracia de las personas que niegan el Holocausto, se han salvado muchos documentos que evidencian la implicación absoluta del gobierno nazi en el mismo. Sí, muchos negacionistas razonan que, dado que el Holocausto nunca sucedió, cualquier prueba de su existencia sería una falsificación creada por los perversos judíos, dentro de su maléfico plan de conspiración sionista internacional. Cierto es que se ha demostrado que algunos documentos nazis eran falsificaciones, como por ejemplo los Diarios de Hitler. Ahora bien, los datos (tan solo una pequeña muestra) que expondremos a continuación han sido autenticados por forenses o aceptados como genuinos por famosos negacionistas del Holocausto, como David Irving.

1. Afirmaciones de Adolf Hitler

En 1922, Hitler le dijo a un periodista lo siguiente:

En otra ocasión, Adolf Hitler, durante su discurso en el Reichstag del 30 de enero de 1939, dejó claras sus intenciones con la siguiente afirmación, que se emplearían en el documental propagandístico de 1940 "Der Ewige Jude" (El eterno judío).

...si el judaísmo financiero internacional de Europa y fuera de Europa consigue precipitar a los pueblos a una nueva guerra mundial, el resultado no será la bolchevización de la tierra y la victoria del judaísmo, sino el exterminio de la raza judía en Europa.

Aunque no sea el tema de este artículo, cabe también destacar el batiburrillo ideológico de Adolf Hitler al mezclar capitalismo y bolchevismo como exactamente lo mismo.

2. Los diarios de Goebbels

Las extensas anotaciones del diario del Ministro de Propaganda nazi, Joseph Goebbels, contienen diversas referencias al genocidio en curso de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Si tenemos en cuenta que prominentes negacionistas como David Irving tienen acceso completo a todos los documentos que conforman el diario y que lo usan como base para sus obras, presumimos pues que aceptan las afirmaciones recogidas en ellos como válidas.

3. El informe Jäger

Un informe escrito en diciembre de 1941 por el comandante de las SS Karl Jäger recoge pormenorizadamente el asesinato de 137 346 personas en los estados bálticos. Las descripciones literales presentes en este documento no son algo frecuente entre los nazis, muy partidarios del uso de eufemismos para referirse a los asesinatos en masa.

4. La Conferencia de Wannsee

En 1942, se documentó por escrito el contenido de una conferencia celebrada el 20 de enero de 1942. Como sucede con la mayoría de los registros nazis, las actas recogen eufemismos en vez de órdenes literales de matar judíos. Pese a todo, Adolf Eichmann no vacila a la hora de aportar datos sobre la población judía estimada de Europa, cifrándola en 11 millones, número coherente con los datos académicos disponibles.

En dicha conferencia se aludía a una "solución final del problema judío". El propio Eichmann admitiría posteriormente en su juicio que el tono usado durante los encuentros fue mucho más directo, empleándose términos como aniquilación y exterminio. Los negacionistas suelen decir que se referían a "reasentamientos" y no a "genocidio", pero el propio Eichmann afirmó tras la Segunda Guerra Mundial que Reinhard Heydrich había ordenado la eliminación de cualquier alusión explícita a la terrible olución Final.

5. El telegrama Höfle

Enviado el 11 de enero de 1943. Descubierto en el año 2000. Detalla las cifras pormenorizadas de los judíos asesinados durante la Operación Reinhard (genocidio de los judíos polacos).

6."Sonderbehandlung" y otros eufemismos

Como ya hemos mencionado anteriormente, las ejecuciones en masa raramente eran descritas literalmente, salvo excepciones como el informe Jäger. Los documentos nazis oficiales jugaban con el uso de eufemismos, siendo el más famoso de ellos el término Sonderbehandlung ( tratamiento especial).

Los revisionistas suelen afirmar que esta palabra significaba desinfección y desparasitación de los internos que los nazis llevaban a los campos. No obstante, el término Sonderbehandlung era usado ampliamente para referirse a matar, hecho que queda confirmado mediante documentos policiales a partir de 1939 y gracias a los informes de la Aktion T4 (programa semiencubierto de eutanasia nazi) en los que se usaba el término y en el que el resultado era siempre la muerte. El propio Adolf Eichmann testificó que Sonderbehandlung era sinónimo de matar.

7. Testimonios

En primer lugar, apliquemos la lógica de la navaja de Ockham (tan odiada por los amantes de conspiraciones inverosímiles): ¿se pondrían de acuerdo decenas de miles de personas de diversos orígenes (comunistas antisemitas, judíos ortodoxos, homosexuales declarados, gitanos, etc.) para dar testimonio de algo totalmente inventado? ¿Grupos que se odiaban entre sí en muchos casos? Afirmar que sí desafía toda lógica y razón, así de simple.

Ejemplos de personas que han dado testimonio de la veracidad del Holocausto:

a) Prisioneros de los campos de concentración (judíos, polacos, gitanos, homosexuales, testigos de Jehová, comunistas, sacerdotes, etc.).

b) Sonderkommandos (prisioneros reclutados para deshacerse de los restos humanos).

c) Kapos (prisioneros que ejercían de supervisores de los barracones a cambio de privilegios).

d) Trabajadores del ferrocarril, funcionarios, comandantes, soldados y civiles presentes en las inmediaciones de los campos.

e) Soldados aliados de varios países.

f) Miembros de misiones de ayuda humanitaria de varios países.

g) Testimonios de soldados alemanes recogidos por diversos historiadores.

h) Población civil alemana que fue obligada a ver las atrocidades de los campos tras su liberación.

Queremos hacer especial hincapié en los guardias y oficiales que han dado testimonio del Holocausto. Tras la Segunda Guerra Mundial, muchos fueron juzgados y algunos confesaron o testificaron sobre los asesinatos en masa. Cierto, los revisionistas más recalcitrantes afirmarán que los testimonios se obtuvieron bajo tortura. Podemos admitir que algunos nazis fueron maltratados durante la ocupación aliada.

Pero, ¿cómo explicar entonces que no pocos veteranos alemanes hayan testificado sobre el Holocausto décadas después del fin de la ocupación aliada? Unos vivían al oeste del telón de acero, otros al este, otros exiliados fuera de Europa. La mayoría vivieron libres durante muchos años. ¿Por qué ninguno de ellos ha testificado a favor de la visión negacionista? Ni durante los juicios, ni anónimamente, ni en una entrevista con alguno de los "académicos revisionistas", ni en ninguno de sus libros, páginas web, ni tan siquiera en sus lechos de muerte, ni en testamentos póstumos, nunca.

Los nazis juzgados tuvieron la ocasión de hablar durante sus juicios o de decir unas últimas palabras antes de ser ejecutados. ¿Cómo es posible que todos y cada uno de estos miles "inocentes" guardias y oficiales hayan guardado silencio? ¿Por qué algunos se han confesado culpables y no se han retractado tras recuperar su libertad? Da qué pensar, ¿verdad?

Pasemos ahora al asunto de la demografía del Holocausto, ya que con frecuencia es uno de los temas que más tratan de usar los negacionistas para sostener sus planteamientos. Aquellos que niegan la realidad del Holocausto se escudan en que la cifra total de muertos es significativamente inferior a los 6 millones, cifra plenamente aceptada en el mundo académico. Basándonos en los censos, había 6 millones más de judíos en Europa a comienzos de 1942 (cuando se implementó la Solución Final) que tras la rendición nazi en 1945.

En las actas de la Conferencia de Wannsee de 1942, aparece recogida la cifra de 11 millones de judíos en Europa, 6 millones de ellos en territorios controlados por los nazis (el Tercer Reich estaba en su apogeo máximo en 1942). Es lógico plantearse entonces la siguiente pregunta: ¿A qué lugar se fueron todos estos judíos que faltan? A continuación enumeraremos las supuestas explicaciones que justificarían las posturas negacionistas:

1. Los judíos habrían muerto por culpa de ataques de los Aliados sobre los campos.

Supongamos que los Aliados hubiesen bombardeado varios campos de concentración, tratando de matar tantos prisioneros judíos como fuera posible. ¿Cuantos bombarderos serían necesarios? Tomemos como punto de referencia el saldo de víctimas mortales de las ofensivas aéreas aliadas más terribles (50.000 en Hamburgo y 40.000 en Dresde), en las que participaron unos 1.000 bombarderos durante oleadas que se prolongaron durante varios días. ¿Cuántos aviones y cuántas oleadas habrían sido necesarias para provocar un efecto demográfico tan brutal entre los prisioneros judíos?

2. Los judíos habrían sido exterminados por los soviéticos.

Algunas personas que niegan el Holocausto afirman que los judíos que vivían en territorios ocupados por los soviéticos fueron asesinados por estos antes de la invasión alemana de 1941. Supongamos por un momento que esto fuera cierto. ¿Exoneraría esto de culpa a Alemania por el asesinato de los judíos alemanes o que se encontraban en los territorios ocupados en Europa Occidental? Además, esta postura entra en conflicto directo con la afirmación antisemita de que el Ejército Rojo estaba dominado por los judíos. Doblepensamiento orwelliano sin ningún pudor.

3. Los judíos habrían sucumbido a las epidemias, la inanición y a otros "accidentes".

Un punto en común entre reputados académicos y los propios negacionistas es que muchos judíos y demás prisioneros fallecieron a causa de epidemias (tifus, etc.), así como de inanición, por suicidio, tras intentos de fuga, en ejecuciones ejemplarizantes y debido a otros motivos más allá del genocidio. Las personas que niegan el Holocausto afirman a menudo que estas fueron las únicas causas de muerte en los campos de concentración nazis.

Ahora bien, es bastante "curioso" constatar que la mayoría de los campos nazis tenían una tasa de muertes que rondaba el 90 %, tasa que otros campos que estuvieron también operativos durante la Segunda Guerra Mundial bajo mandato del resto de contendientes no alcanzaron ni de lejos. ¿Cómo podrían entonces haber muerto tantas personas sin ejecuciones en masa? Y, vayamos aún más allá, de no haberse producido tales ejecuciones, ¿no sería esta mortalidad en los campos nazis una enorme atrocidad por derecho propio?

4. Los judíos habrían emigrado para escapar de las legislaciones antisemitas.

Los revisionistas del Holocausto exponen que millones de judíos de los campos de concentración en Polonia fueron o bien deportados al este o bien habrían sobrevivido a su internamiento. Al final, habrían emigrado a países extranjeros, como Palestina, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética. Algunos de ellos se habrían hecho pasar por no-judíos. Lo cierto es que los números no cuadran en absoluto.

Hay que tener en cuenta que la mayor parte de la emigración había ocurrido antes de la Segunda Guerra Mundial y que solo pudieron permitírsela las familias más acaudaladas o con contactos. Por otra parte, Israel no tenía más de 590 000 habitantes en el momento de su fundación en 1947, incluyendo a la población no-judía (árabes, drusos, etc.). Los Estados Unidos, por su parte, tuvieron vigente durante toda la Segunda Guerra Mundial una política de inmigración muy dura, lo que hacía muy complicada la huida de los judíos.

Los censos soviéticos son menos precisos, pero aún así sería imposible ocultar la presencia de millones de inmigrantes. Además, los revisionistas tendrían que probar qué ruta habrían seguido los judíos desde los campos nazis en Polonia hasta la Unión Soviética, teniendo que atravesar el Frente Oriental, uno de los más letales de toda la historia militar.

5. Los judíos fallecidos no habrían alcanzado los seis millones.

* 6 millones es una aproximación correcta de 5,7 millones, cifra totalmente consensuada según las convenciones matemáticas y estadísticas. Dado que el número exacto no está disponible, lógicamente hay que fijar la aproximación en una cifra en concreto.

* Cuando se suman los gitanos, los judíos no polacos, los homosexuales, los sacerdotes, los testigos de Jehová, los oponentes políticos, etc., la cifra rebasa ampliamente los 6 millones.

* En muchos códigos penales, incluso seis personas asesinadas juntas se considera asesinato múltiple (al igual que las cifras inferiores estimadas por los revisionistas que sí admiten que hubo muertos). ¿No es acaso este debate absurdo?

6. La existencia de discrepancias en la cifra de muertos de cada campo es la prueba de la falsedad del Holocausto.

Los historiadores tienen estimaciones que pueden variar respecto al número exacto de fallecimientos ocurridos en cada campo concreto. Los revisionistas del holocausto suelen afirmar que esta contradicción es incompatible con la verdad histórica. Esta afirmación es falaz, dado que las sumas obtenidas se derivan principalmente de la evidencia demográfica (específicamente de las comparaciones entre poblaciones antes de la guerra y después de la guerra) y no de la suma de todos los campos de concentración por separado.

Mapa que ilustra el alcance de la masacre del pueblo judío durante el Holocausto nazi (porcentaje de población judía eliminada en comparación con la población anteriora la Segunda Guerra Mundial, por país/región): Rosa claro = 0-1 % Rosa = 2-34 % Rojo = 35-59 % Marrón = 60-79 % Marrón oscuro = 80-90 %

Siguiendo la lógica de la argumentación citada en el punto 6 del apartado anterior, algunas personas que niegan el Holocausto afirman que los revisionistas han rebajado la cifra oficial de muertos de Auschwitz de 4 a 1,1 millones. El número de 4 millones aparece recogido las primeras publicaciones soviéticas sobre el Holocausto.

Fue usado por el museo de Auschwitz hasta los años 80, como método de propaganda antifascista. Ahora bien, los académicos occidentales nunca defendieron que 4 millones de judíos hubieran perecido en Auschwitz (estableciendo en 1 millón una cifra aproximada muy conservadora).

Las pruebas innegables de los campos de exterminio

Los campos que no fueron arrasados están repletos de pruebas tangibles que evidencian el genocidio: restos humanos (montones de cenizas, de huesos, pelo, etc.), pertenencias de los internos (prendas, prótesis, bolsos, etc.) y equipamiento (cámaras de gas, crematorios, etc.).

Gran parte de los materiales hallados han sido sometidos a exhaustivas investigaciones forenses. Cabe destacar que el Ejército Rojo, por ejemplo, recuperó 300 000 pares de zapatos de Majdanek y de Auschwitz-Birkenau.

Explicación de los negacionistas a las deportaciones de judíos

Muchas personas que niegan el Holocausto no niegan la deportación de judíos de toda Europa ni la existencia de campos de detención en Polonia (semi-anexionada al Tercer Reich). Sostienen diversas razones para justificar la motivación real tras la deportación de los judíos por parte de los nazis. Ninguna de ellas resulta convincente.

a) Un nuevo hogar

Los nazis se sirvieron de muchos eufemismos usados para referirse a la muerte. Uno de ellos fue el término "deportación". Es cierto que algunos nazis habían propuesto la idea de enviar a todos los judíos a Madagascar, aunque esta isla nunca estuvo bajo control alemán. No obstante, es curioso que Auschwitz, Sobibor o Bergen-Belsen se encuentren todos en territorio del Tercer Reich.

Si la intención de los nazis era expulsar a los judíos del Tercer Reich, ¿qué sentido tiene esforzarse por conducir a los judíos a territorios nazis desde países ocupados distantes como Noruega o Grecia (que estaban dirigidos por gobiernos marioneta y que el Tercer Reich no tenía intención de anexionarse)?

b) Trabajos forzados

Algunos revisionistas afirman que los judíos fueron reunidos para realizar trabajos forzados. Este argumento no explica por qué se procedió a la deportación de niños pequeños y de personas mayores, a veces sin sus familias. Dado que los polacos y otros pueblos eslavos eran utilizados para realizar trabajo esclavo, habría resultado mucho más económico reunir a estos últimos en vez de dedicarse a trasportar judíos desde países tan alejados como Noruega o Grecia.

c) Motivos de seguridad

No son pocos los revisionistas que afirman que el internamiento de los judíos en campos estuvo motivado por la percepción nazi de que suponían un riesgo y una amenaza para el Tercer Reich. Esta explicación falla al no poder justificar lógicamente tampoco la deportación de niños y ancianos.

Preguntas que plantearle a un negacionista/revisionista del Holocausto

Expondremos a continuación algunas preguntas que sería interesarte formularles a aquellos que niegan la veracidad del Holocausto:

¿Exterminaron en los campos los nazis también a gitanos, homosexuales y antifascistas?

* Si responden afirmativamente, las cámaras de gas y los hornos crematorios eran funcionales, a pesar de que los negacionistas del Holocausto digan disponer de pruebas de que no estuvieron nunca operativas.
* Si responden negativamente, estos grupos de personas también formaron parte de la maléfica conspiración judeomasónica. ¿Hasta qué tamaño puede llegar a sostenerse una conspiración?

Pueden contarse con los dedos de la mano los negacionistas/revisionistas del Holocausto que poseen un título académico en Historia. Ni uno solo de ellos ha llevado a cabo estudios de posgrado o investigación académica en el ámbito histórico. A un negacionista/revisionista cabría entonces preguntarle lo siguiente:

¿Por qué no te decides a cursar estudios superiores de Historia Contemporánea en cualquier universidad del mundo occidental (sin mencionar tus visiones revisionistas) y luego publicas un artículo (siguiendo el método histórico) en una revista científica sobre la falsedad del Holocausto?

Cualquier revisionista responderá que la publicación de un artículo así terminaría con su fugaz carrera académica.

¿Pero no sería interesante acaso ser el primer doctor en Historia que adoptara esta postura y poder convertirse en toda una eminencia?

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, surgieron por todas partes documentos que evidenciaban la culpabilidad personal de muchos jerarcas nazis y subordinados. Entre dichos documentos se encontraban planes arquitectónicos para la creación de los campos, borradores de ingenieros, pruebas de resultados, horarios de ferrocarriles, registros de nóminas, órdenes, listas de deportación y listas de fallecimientos. Los Aliados, recién victoriosos, no podrían en ningún caso haber falsificado tantísimos documentos en un periodo de tiempo tan breve.

¿Por qué los nazis que dijeron que sus firmas en documentos incriminatorios eran falsificaciones no afirmaron que los propios documentos eran falsificaciones también?

Si uno decide negar el Holocausto, ¿no puede acaso también negar cualquier otro genocidio o proceso de esclavitud sucedido en el mundo? Incluyendo las masacres de los indígenas en toda América o el tráfico de esclavos. Si uno decide negar el Holocausto, uno de los acontecimientos históricos mejor documentados de toda la Historia... ¿no puede acaso negar prácticamente cualquier suceso histórico y hacer que la propia ciencia histórica sea un sinsentido?


Volver a la Portada de Logo Paperblog