Negación del Holocausto tras la Segunda Guerra Mundial (II)

Por Liber

Si te has perdido la 1ª, podrás leerla en: Negación del Holocausto tras la Segunda Guerra Mundial (I). En la 2ª parte de este artículo, seguimos abordando la negación del Holocausto defendida por algunos.

Comenzaremos con el asunto de la demografía del Holocausto, ya que con frecuencia es uno de los temas que más tratan de usar los negacionistas para sostener sus planteamientos. Aquellos que niegan la realidad del Holocausto se escudan en que la cifra total de muertos es significativamente inferior a los 6 millones, cifra plenamente aceptada en el mundo académico. Basándonos en los censos, había 6 millones más de judíos en Europa a comienzos de 1942 (cuando se implementó la Solución Final) que tras la rendición nazi en 1945.

En las actas de la Conferencia de Wannsee de 1942, aparece recogida la cifra de 11 millones de judíos en Europa, 6 millones de ellos en territorios controlados por los nazis (el Tercer Reich estaba en su apogeo máximo en 1942). Es lógico plantearse entonces la siguiente pregunta: ¿A qué lugar se fueron todos estos judíos que faltan? A continuación enumeraremos las supuestas explicaciones que justificarían las posturas negacionistas:

1. Los judíos habrían muerto por culpa de ataques de los Aliados sobre los campos.

Supongamos que los Aliados hubiesen bombardeado varios campos de concentración, tratando de matar tantos prisioneros judíos como fuera posible. ¿Cuantos bombarderos serían necesarios? Tomemos como punto de referencia el saldo de víctimas mortales de las ofensivas aéreas aliadas más terribles (50.000 en Hamburgo y 40.000 en Dresde), en las que participaron unos 1.000 bombarderos durante oleadas que se prolongaron durante varios días. ¿Cuántos aviones y cuántas oleadas habrían sido necesarias para provocar un efecto demográfico tan brutal entre los prisioneros judíos?

2. Los judíos habrían sido exterminados por los soviéticos.

Algunas personas que niegan el Holocausto afirman que los judíos que vivían en territorios ocupados por los soviéticos fueron asesinados por estos antes de la invasión alemana de 1941. Supongamos por un momento que esto fuera cierto. ¿Exoneraría esto de culpa a Alemania por el asesinato de los judíos alemanes o que se encontraban en los territorios ocupados en Europa Occidental? Además, esta postura entra en conflicto directo con la afirmación antisemita de que el Ejército Rojo estaba dominado por los judíos. Doblepensamiento orwelliano sin ningún pudor.

3. Los judíos habrían sucumbido a las epidemias, la inanición y a otros "accidentes".

Un punto en común entre reputados académicos y los propios negacionistas es que muchos judíos y demás prisioneros fallecieron a causa de epidemias (tifus, etc.), así como de inanición, por suicidio, tras intentos de fuga, en ejecuciones ejemplarizantes y debido a otros motivos más allá del genocidio. Las personas que niegan el Holocausto afirman a menudo que estas fueron las únicas causas de muerte en los campos de concentración nazis.

Ahora bien, es bastante "curioso" constatar que la mayoría de los campos nazis tenían una tasa de muertes que rondaba el 90 %, tasa que otros campos que estuvieron también operativos durante la Segunda Guerra Mundial bajo mandato del resto de contendientes no alcanzaron ni de lejos. ¿Cómo podrían entonces haber muerto tantas personas sin ejecuciones en masa? Y, vayamos aún más allá, de no haberse producido tales ejecuciones, ¿no sería esta mortalidad en los campos nazis una enorme atrocidad por derecho propio?

4. Los judíos habrían emigrado para escapar de las legislaciones antisemitas.

Los revisionistas del Holocausto exponen que millones de judíos de los campos de concentración en Polonia fueron o bien deportados al este o bien habrían sobrevivido a su internamiento. Al final, habrían emigrado a países extranjeros, como Palestina, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética. Algunos de ellos se habrían hecho pasar por no-judíos. Lo cierto es que los números no cuadran en absoluto.

Hay que tener en cuenta que la mayor parte de la emigración había ocurrido antes de la Segunda Guerra Mundial y que solo pudieron permitírsela las familias más acaudaladas o con contactos. Por otra parte, Israel no tenía más de 590 000 habitantes en el momento de su fundación en 1947, incluyendo a la población no-judía (árabes, drusos, etc.). Los Estados Unidos, por su parte, tuvieron vigente durante toda la Segunda Guerra Mundial una política de inmigración muy dura, lo que hacía muy complicada la huida de los judíos.

Los censos soviéticos son menos precisos, pero aún así sería imposible ocultar la presencia de millones de inmigrantes. Además, los revisionistas tendrían que probar qué ruta habrían seguido los judíos desde los campos nazis en Polonia hasta la Unión Soviética, teniendo que atravesar el Frente Oriental, uno de los más letales de toda la historia militar.

5. Los judíos fallecidos no habrían alcanzado los seis millones.

* 6 millones es una aproximación correcta de 5,7 millones, cifra totalmente consensuada según las convenciones matemáticas y estadísticas. Dado que el número exacto no está disponible, lógicamente hay que fijar la aproximación en una cifra en concreto.

* Cuando se suman los gitanos, los judíos no polacos, los homosexuales, los sacerdotes, los testigos de Jehová, los oponentes políticos, etc., la cifra rebasa ampliamente los 6 millones.

* En muchos códigos penales, incluso seis personas asesinadas juntas se considera asesinato múltiple (al igual que las cifras inferiores estimadas por los revisionistas que sí admiten que hubo muertos). ¿No es acaso este debate absurdo?

6. La existencia de discrepancias en la cifra de muertos de cada campo es la prueba de la falsedad del Holocausto.

Los historiadores tienen estimaciones que pueden variar respecto al número exacto de fallecimientos ocurridos en cada campo concreto. Los revisionistas del holocausto suelen afirmar que esta contradicción es incompatible con la verdad histórica. Esta afirmación es falaz, dado que las sumas obtenidas se derivan principalmente de la evidencia demográfica (específicamente de las comparaciones entre poblaciones antes de la guerra y después de la guerra) y no de la suma de todos los campos de concentración por separado.

Mapa que ilustra el alcance de la masacre del pueblo judío

durante el Holocausto nazi (porcentaje de población judía eliminada en

comparación con la población anteriora la Segunda Guerra Mundial, por país/región):

Rosa claro = 0-1 % Rosa = 2-34 % Rojo = 35-59 % Marrón = 60-79 % Marrón oscuro = 80-90 %

Siguiendo la lógica de la argumentación citada en el punto 6 del apartado anterior, algunas personas que niegan el Holocausto afirman que los revisionistas han rebajado la cifra oficial de muertos de Auschwitz de 4 a 1,1 millones. El número de 4 millones aparece recogido las primeras publicaciones soviéticas sobre el Holocausto.

Fue usado por el museo de Auschwitz hasta los años 80, como método de propaganda antifascista. Ahora bien, los académicos occidentales nunca defendieron que 4 millones de judíos hubieran perecido en Auschwitz (estableciendo en 1 millón una cifra aproximada muy conservadora).

Las pruebas innegables de los campos de exterminio

Los campos que no fueron arrasados están repletos de pruebas tangibles que evidencian el genocidio: restos humanos (montones de cenizas, de huesos, pelo, etc.), pertenencias de los internos (prendas, prótesis, bolsos, etc.) y equipamiento (cámaras de gas, crematorios, etc.).

Gran parte de los materiales hallados han sido sometidos a exhaustivas investigaciones forenses. Cabe destacar que el Ejército Rojo, por ejemplo, recuperó 300 000 pares de zapatos de Majdanek y de Auschwitz-Birkenau.

Explicación de los negacionistas a las deportaciones de judíos

a) Un nuevo hogar

Muchas personas que niegan el Holocausto no niegan la deportación de judíos de toda Europa ni la existencia de campos de detención en Polonia (semi-anexionada al Tercer Reich). Sostienen diversas razones para justificar la motivación real tras la deportación de los judíos por parte de los nazis. Ninguna de ellas resulta convincente.

Los nazis se sirvieron de muchos eufemismos usados para referirse a la muerte. Uno de ellos fue el término "deportación". Es cierto que algunos nazis habían propuesto la idea de enviar a todos los judíos a Madagascar, aunque esta isla nunca estuvo bajo control alemán. No obstante, es curioso que Auschwitz, Sobibor o Bergen-Belsen se encuentren todos en territorio del Tercer Reich.

b) Trabajos forzados

Si la intención de los nazis era expulsar a los judíos del Tercer Reich, ¿qué sentido tiene esforzarse por conducir a los judíos a territorios nazis desde países ocupados distantes como Noruega o Grecia (que estaban dirigidos por gobiernos marioneta y que el Tercer Reich no tenía intención de anexionarse)?

c) Motivos de seguridad

Algunos revisionistas afirman que los judíos fueron reunidos para realizar trabajos forzados. Este argumento no explica por qué se procedió a la deportación de niños pequeños y de personas mayores, a veces sin sus familias. Dado que los polacos y otros pueblos eslavos eran utilizados para realizar trabajo esclavo, habría resultado mucho más económico reunir a estos últimos en vez de dedicarse a trasportar judíos desde países tan alejados como Noruega o Grecia.

No son pocos los revisionistas que afirman que el internamiento de los judíos en campos estuvo motivado por la percepción nazi de que suponían un riesgo y una amenaza para el Tercer Reich. Esta explicación falla al no poder justificar lógicamente tampoco la deportación de niños y ancianos.

Preguntas que plantearle a un negacionista/revisionista del Holocausto

¿Exterminaron en los campos los nazis también a gitanos, homosexuales y antifascistas?

Expondremos a continuación algunas preguntas que sería interesarte formularles a aquellos que niegan la veracidad del Holocausto:

* Si responden afirmativamente, las cámaras de gas y los hornos crematorios eran funcionales, a pesar de que los negacionistas del Holocausto digan disponer de pruebas de que no estuvieron nunca operativas.
* Si responden negativamente, estos grupos de personas también formaron parte de la maléfica conspiración judeomasónica. ¿Hasta qué tamaño puede llegar a sostenerse una conspiración?

¿Por qué no te decides a cursar estudios superiores de Historia Contemporánea en cualquier universidad del mundo occidental (sin mencionar tus visiones revisionistas) y luego publicas un artículo (siguiendo el método histórico) en una revista científica sobre la falsedad del Holocausto?

Pueden contarse con los dedos de la mano los negacionistas/revisionistas del Holocausto que poseen un título académico en Historia. Ni uno solo de ellos ha llevado a cabo estudios de posgrado o investigación académica en el ámbito histórico. A un negacionista/revisionista cabría entonces preguntarle lo siguiente:

¿Pero no sería interesante acaso ser el primer doctor en Historia que adoptara esta postura y poder convertirse en toda una eminencia?

Cualquier revisionista responderá que la publicación de un artículo así terminaría con su fugaz carrera académica.

¿Por qué los nazis que dijeron que sus firmas en documentos incriminatorios eran falsificaciones no afirmaron que los propios documentos eran falsificaciones también?

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, surgieron por todas partes documentos que evidenciaban la culpabilidad personal de muchos jerarcas nazis y subordinados. Entre dichos documentos se encontraban planes arquitectónicos para la creación de los campos, borradores de ingenieros, pruebas de resultados, horarios de ferrocarriles, registros de nóminas, órdenes, listas de deportación y listas de fallecimientos. Los Aliados, recién victoriosos, no podrían en ningún caso haber falsificado tantísimos documentos en un periodo de tiempo tan breve.

Si uno decide negar el Holocausto, ¿no puede acaso también negar cualquier otro genocidio o proceso de esclavitud sucedido en el mundo? Incluyendo las masacres de los indígenas en toda América o el tráfico de esclavos. Si uno decide negar el Holocausto, uno de los acontecimientos históricos mejor documentados de toda la Historia... ¿no puede acaso negar prácticamente cualquier suceso histórico y hacer que la propia ciencia histórica sea un sinsentido?