Negando la violencia obstétrica. Respuesta de El Parto es Nuestro al Comunicado del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos

Por Teresa Escudero Ozores

 https://www.elpartoesnuestro.es/blog/2021/07/15/respuesta-al-comunicado-del-consejo-general-de-colegios-oficiales-de-medicos-sobre-el-termino-violencia-obstetrica

Aquí tenéis la respuesta de El Parto es Nuestro. Quien quiera leerla íntegra, se puede acceder desde el enlace. Yo os quiero contar también cómo me siento, como médica, como mujer y como madre. 

Como médica me siento avergonzada. Negar que exista violencia obstétrica en España es como negar que existe violencia de género, o que existe violencia con un componente homófobo.

El término Violencia Obstétrica no es un "invento" de El Parto es Nuestro, ni de las mujeres que la han sufrido (si alguien duda de lo que han sufrido las mujeres, le invito a darse una vuelta por la parte de Relatos, en la web de El Parto es Nuestro: https://www.elpartoesnuestro.es/relatos

El término Violencia Obstétrica es el que utiliza tanto la Organización Mundial de la Salud como la Organización de Naciones Unidas para referirse a la violencia que sufren las mujeres en el contexto de la atención a su embarazo, parto y puerperio. Y ésta violencia existe en España. Por desgracia.

La actitud negacionista del Comunicado del CGCOM es vergonzosa por la poca empatía que demuestra con las mujeres que la han sufrido, por el empeño en proteger a los profesionales que, simplemente, NO ESTÁN HACIENDO BIEN SU TRABAJO... y por la falta de apoyo de otros profesionales que intentan hacer mejorar las cosas y se encuentran con muchísimas trabas en los servicios a los que pertenecen.

Quiero que conste que todas las socias de El Parto es Nuestro, muchas de ellas profesionales sanitarias, sabemos que hay muchísimas matronas, ginecólogos y ginecólogas, pediatras... que están luchando cada día por mejorar la atención a madres y bebés, que luchan día tras días por que las intervenciones sean mínimas y basadas en la evidencia científica. Sabemos que en muchos casos son también los profesionales víctimas de esa violencia institucionalizada ante la que no pueden hacer nada, o muy poco.

Desde aquí, como médica, quiero alzar la voz por todas esas amigas matronas, enfermeras, ginecólogas, pediatras, que han llorado en mi hombro por situaciones de violencia que han vivido en hospitales españoles, y de otros países (por desgracia la Violencia Obstétrica está generalizada, como bien nos relata la OMS, y es un auténtico problema en muchos países del mundo, no sólo en España).

Como médica, EXIJO al CGCOM que deje esa posición negacionista, que no permite ni siquiera cuestionar a los profesionales que no están cumpliendo con los estándares de calidad. Desde luego que no son la mayoría, pero son más de los que sería deseable, ya que en nuestra profesión, la medicina, la empatía y el centrarnos en el paciente deberían ser una parte FUNDAMENTAL de la práxis. Es estupendo que seamos uno de los países con menos mortalidad infantil perinatal. Es terrorífico que se practiquen más del doble de cesáreas recomendadas por la OMS. Es terrorífico que haya diferencias brutales entre comunidades, que una mujer extremeña tenga el doble de riesgo de acabar su parto en una cesárea, que una mujer vasca. Es terrorífico que nuestros niveles de episiotomías también superen con mucho las recomendaciones de la OMS.

Y es terrorífico porque muchas mujeres tienen cicatrices por operaciones que simplemente NO ESTABAN INDICADAS. No puedo comprender que éste tipo de actuación no se considere violencia. ¿Operar a alguien que NO LO NECESITA, no es violencia? 

En cuanto a las violencias más sutiles, casi mejor no hablamos. Porque todas las mujeres nos sentimos vulnerables en la consulta del ginecólogo, y más cuando estamos embarazadas. Y si ante esa vulnerabilidad lo que recibimos son malos modos, caras largas, desinformación e infantilización, sí, señores del CGCOM, nos sentimos violentadas... Sensibles que somos... Como mujer que afortunadamente no ha vivido esa violencia, agradezco a todos los profesionales con los que me he encontrado su empatía y su calidez, en especial a mis matronas y a las ginecólogas que me atendieron cuando me embaracé de mi hijo y cuando dí a luz en el Hospital de Torrejón. 

Negar la violencia implica que no creemos a la persona que nos cuenta que ha sido violentada. Señores del CGCOM, ¿de verdad no creen ningún testimonio de las mujeres que han sufrido Violencia Obstétrica? No me lo quiero creer. Necesito pensar que o no los han leído, o no los han escuchado... O simplemente como "las cosas siempre se han hecho así", ya están en parte anestesiados. Como mujer, me dan ganas de gritar, "hermana, yo sí te creo" a todas esas mujeres, a muchas de ellas las he acompañado como profesional, he llorado con ellas y me he enfadado con ellas... Y sí, también las he ayudado a poner reclamaciones, ¡porque hay cosas que no se pueden ni se deben tolerar!

Negar un problema que existe no sirve para que el problema desaparezca.

Como médica, como mujer, como madre, y sí, también como socia de El Parto es Nuestro, exijo una rectificación y la aceptación del problema como primer paso para solucionarlo.