Negocios de guerra

Publicado el 21 diciembre 2014 por Kurtz

Aviso para navegantes y lectores de este blog:
Me veo en la obligación de aclarar que todo lo escrito aquí es MI opinión personal y MIS impresiones. Yo soy el ÚNICO autor de lo aquí escrito (excepto de los comentarios de la gente ajena al blog). Por supuesto, ni tengo la razón absoluta ni falto al respeto de ninguna opinión (si no me faltan al respeto).

Papá, Camps ha encontrado la solución a la crisis.

-Sí; ¿cuál?

-Tirar las casas del Cabanyal y hacer unas más nuevas; así los promotores inmobiliarios que están a dos velas, y aparte son sus amigos, solucionan sus problemas.

"El Periódico de Cataluña ofrece hoy una encuesta que dice lo siguiente: la mitad de los catalanes considera que la emigración es mala para el país. Y uno de cada cuatro votaría una lista xenófoba.

Es algo muy parecido a lo que está ocurriendo en toda Europa, donde aumenta de forma muy notable el rechazo a los inmigrantes. Por eso crecen a gran velocidad los partidos de extrema derecha, como estamos viendo en Suiza, en Holanda, en Francia o en Italia.

En España, gran parte de la extrema derecha vive en el seno del Partido Popular. Por eso le cuesta siempre tanto centrarse. Los centristas del PP son seguramente la mayoría del partido. Y centrista es, básicamente, su doctrina oficial. Pero tiene un ancla echada en ese derechismo rancio, roñoso, que le asoma -grasiento- cuando menos le conviene. Ejemplo: Mayor Oreja, recién llegado de la caverna, para disgusto de un Rajoy que nunca ha tenido agallas para sujetar a los mas reaccionarios, no sabemos si por inseguridad ideológica o porque Aznar les abandera.

El caso es que si el ultraderechismo avanza en España como en el resto de Europa, lo pagará el Partido Popular. Por el momento, Mayor Oreja ya ha conseguido que abra un ojo el desmovilizado izquierdismo nacional".


http://blog.cuatro.com/noticias/2010/03/la-opini%C3%B3n-de-gabilondo-25-de-marzo.html

  • Corazón enfermo, de Chelsea Cain
  • Homenatge a Catalunya, de George Orwell
  • Introducción a la historia de la filosofía, de Georg Hegel
  • El museo de la inocencia, de Orhan Pamuk
  • La silla de plata, de C S Lewis
  • La soledad de Patricia, de Carlos Quílez
  • Templarios en España, de Javier García Blanco
  • La travesía del Viajero del Alba, de C S Lewis
  • La última batalla, de C S Lewis

Parad todos los relojes, cortad los teléfonos,
impedid, con un jugoso hueso, que el perro ladre,
callad los pianos y, con un apagado tamborileo,
mostrad el ataúd, dejad que las plañideras se acerquen.

Que los aviones hagan círculos, gimoteando, sobre nosotros,
garabateando por el cielo el mensaje: Él ha muerto,
poned crespones en los cuellos blancos de las palomas,
dejad que los guardias de tráfico porten guantes de algodón negros.

Él fue mi Norte, mi Sur, mi Este y mi Oeste,
mi semana de trabajo y mi descanso dominical,
mi amanecer, mi medianoche, mi voz, mi canción;
pensaba que el amor duraría siempre: estaba equivocado.

No se desean ahora estrellas: apagadlas una a una;
olvidaos de la luna y desmantelad el sol;
lejos verted el océano y barred el bosque.
Pues ahora de ninguna manera pueden traer nada bueno.

Funeral Blues (W. H. Auden)